Albert Camus dejó escrito que “ No hay lugar en el mundo donde un hombre pueda sentirse más contento que en un estadio de fútbol”. Sin embargo, no fue así para Martin Bengtsson (14/3/86) cuando en 2004 quiso poner fin a su vida cortándose las venas superado por la presión y el estrés que lo habían arrastrado hasta una depresión.
Lejos de todo lo que siempre había soñado en el mundo del fútbol, Bengtsson se veía incapaz de hacer frente a todas las expectativas que se habían generado en Milán. “Mi único objetivo era convertirme en futbolista y toda mi vida giró en torno a eso. Solo había fútbol”.
Entonces, una pequeña lesión le dejó tumbado en el sofá mientras su cabeza buscaba respuestas.
Martin Bengtsson estaba llamado a hacer historia en el mundo del fútbol
Del sueño a la pesadilla
Martin Bengtsson llegó al Örebro SK procedente del IK Strurehov en 2002 con 15 años. Era un talentoso centrocampista que, un año después, debutaba en el primer equipo. Algunos clubes como el Ajax y el Chelsea le echaron el ojo cuando se estrenó con la selección sueca Sub17 con 20 titularidades y 3 goles y le ofrecieron entrenarse en sus equipos en categorías inferiores con la vista puesta en contratarle. Pero fue el Inter de Milán quien se lo llevó en 2004.
En su libro ‘A la sombra de San Siro’, Bengtsson describe su niñez y el sueño de un contrato profesional en Italia. Pero también describe la lucha de un adolescente que debe pasar a joven adulto y, al mismo tiempo, buscar una identidad que consistía en gran medida en el desarrollo de su talento en el fútbol.
Martin Bengtsson junto con Zlatan Ibrahimovic en una visita del centrocampista a los campos de entrenamiento del Ajax
Alguien con quien hablar
Se estrena en el equipo Primavera (categoría inferior del primer equipo) y asombra a todos con su calidad, pero luego, lentamente, la mirada de ese chico empieza a brillar cada vez menos, hasta volverse opaca, triste y angustiada . Por si fuera poco, llega una lesión en la rodilla, y su mente se llena de malos pensamientos: “Fue al final de la primera temporada en el Inter. Durante ese período, sin poder jugar al fútbol, me sentía solo, sentado en el sofá de la residencia. Sin fútbol no sabía qué hacer, porque cuando juegas al fútbol a este nivel, lo único que piensas es en la pelota y en cómo mejorar como futbolista. Yo necesitaba alguien con quien hablar y solamente me decían que tenía que trabajar más duro y pensar positivamente para superar la lesión“ .
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La vida en las categorías inferiores es una vida compuesta de formación, estudio y tiempos programados: ”Muchos jóvenes futbolistas dicen que su vida es como una prisión, sin libertad de movimientos. Yo quería salir y preguntaba si podía ir al pueblo a comprarme una guitarra, y tener algo que hacer, mientras no estaba jugando al fútbol. Me repetían ‘mañana’, ‘mañana’”. Había entendido que esa vida no era para él, pero era demasiado orgulloso probablemente para decir simplemente ‘hola, no estoy hecho para esto’. Reconoce que “Tenía demasiada vergüenza y esa vergüenza me llevó a pensar que la solución era quitarme la vida”. Había pasado solo 9 meses de neroazzurro.
Bengtsson encandiló a todo el staff técnico del Inter en su breve etapa en el equipo Primavera
Intento de suicidio
Suena la música de David Bowie y la navaja está preparada. Con 18 años, un 21 de septiembre de 2004 por la mañana, Martin Bengtsson se corta las venas para desangrarse lentamente. La señora de la limpieza es la primera que ve la terrible escena y avisa a los médicos de la residencia ASD Niguarda Calcio que consiguen estabilizarlo y salvarle la vida. Después, le envían un terapeuta que le dice “Tienes todo lo que podrías desear en la vida, todo. Eres futbolista en uno de los clubes más grandes del mundo, ganarás mucho dinero, tendrás un coche, tendrás todas las mujeres que quieras…¿Cómo puedes sentirte triste?”. En ese momento entendió cómo la gente ve a los jugadores. Parece que tienen una vida perfecta. “Perfecta o no, no era para mí “.
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Salir de la depresión
Abandonó el club, volvió a Suecia y jugó una temporada en Segunda División para acabar dejándolo a los 19 años. En 2007 escribió su biografía donde volcó todos sus fantasmas explicando que salió de una masculinidad destructiva, abrazando su vulnerabilidad y preguntándose cómo se maneja la competitividad que se vive constantemente dentro de un equipo para no crear una atmósfera hostil y opresiva o cómo distinguir entre lo que un futbolista hace en el campo y lo que le sucede fuera. Reconoce que ahora, por suerte y cada vez más, se tratan los temas mentales porque tienen una incidencia directa en el juego.
Martin Bengtsson cuenta su historia en clubes y escuelas para resaltar la importancia de la terapia mental en los jóvenes
Libro y biopic
Tras sacar un libro sobre su experiencia, en 2020 se estrenó su película autobiográfica titulada ‘Tigrar’ (‘Tigres’) donde se refleja perfectamente el ambiente que se respira en muchos clubes. Bengtsson, finalmente, ya puede tocar la guitarra en una banda mientras explica su historia en clubes y escuelas
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