El Elche ha anunciado este jueves su, por ahora, último fichaje. O quizá sería más adecuado utilizar el plural, sus últimos fichajes. El club ilicitano ha hecho pública la decisión de relevar el equipo de recogepelotas que han asistido al equipo los últimos años en los partidos que ha disputado como local.
Este equipo será sustituido, según la propia entidad, por “jugadores y jugadoras del fútbol base franjiverde, dentro del proyecto de formación de sus jugadores de cantera”.
El objetivo, “generar en ellos el sentido de pertenencia que el Club persigue y que nuestros canteranos puedan empezar a sentir lo que genera estar presente en un campo de juego, con la afición franjiverde alentando, entendiendo que a futuro nos representaran en nuestro primer equipo.
La entidad agradece el trabajo realizado por el equipo de recogepelotas cesante, a los que facilitará la obtención de un abono para la presente temporada y a los que agradecerá su labor con un acto público en el próximo trofeo Festa d’Elx.
Pese a esta medida, algunos sectores de aficionados del Elche no han ocultado su malestar por esta medida, al considerar que se ha adoptado demasiado tarde y cuando la mayoría de recogepelotas daban por hecho su continuidad.
Los recogepelotas fueron clave en la permanencia lograda en la temporada 2020-21
El hecho de que esta temporada el club celebre su Centenario, del que estos recogepelotas se ven ahora apartados, también es subrayado en ciertos sectores como un ‘feo’ a este grupo que durante tantos años han trabajado para la entidad, incluso en los tiempos de Segunda B.
En su ‘palmarés’, según recoge el portal diariofranjiverde.com, buena parte del mérito de la permanencia lograda en la temporada 2020-21. Uno de los recogepelotas devolvió rápidamente el balón a un jugador local para ejecutar un saque de banda en un partido ante el Athletic que pilló a los leones desprevenidos y que les costaría un gol, obra de Lucas Boyé a los 32. Guti firmó el 2-0 en el 73 y certificó la permanencia (2-0) en la última jornada.