Gareth Bale se ha convertido en un quebradero de cabeza para el Real Madrid, que le espera mañana en Valdebebas para incorporarse a la pretemporada del equipo de Carlo Ancelotti tras jugar cedido la pasada campaña en el Tottenham. La intención firme del jugador galés es cumplir su contrato con la entidad, a la que está vinculado hasta 2022.
El club blanco se ha encontrado con un problema inesperado que deberá resolver antes de que empiece el curso: debido a la salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocida popularmente como Brexit y que entró en vigor el 1 de enero de 2021, Gareth Bale pasa a ocupar plaza de extracomunitario. El principal inconveniente es que el Real Madrid tiene el cupo de jugadores extracomunitario lleno con los brasileños Eder Militao, Rodrygo Goes y Vinicius Jr. Kubo es el otro jugador no comunitario en la plantilla, pero lo más probable es que el club blanco vuelva a cederlo el próximo curso.
Tal y como publicó MD el 5 de abril de 2020, los ciudadanos británicos estaban pendientes de que la UE y el Reino Unido llegaran a un acuerdo antes del 1 de enero para tener los mismos derechos laborales que los de la Unión pero finalmente no se alcanzó un entendimiento y Bale ocupará plaza de extranjero en el equipo de Carlo Ancelotti.
Hasta el regreso de Gareth Bale, el único jugador de LaLiga británico era Kieran Trippier, del Atlético de Madrid. Gracias a un pacto entre AFE, Liga y RFEF, los jugadores británicos fueron considerados comunitarios hasta la finalización de la pasada temporada, un estatus del que ya no podrán gozar a partir de ahora.
“Con carácter transitorio, se mantendrá la condición de comunitarios con la que comenzaron la temporada 2020-2021 a todos aquellos futbolistas con nacionalidad del Reino Unido que, a fecha 31 de diciembre de 2020, tengan suscrito contrato y expedida licencia en vigor con un club adscrito a categorías profesionales”, se publicó en la Circular 50 de la RFEF el pasado 31 de diciembre de 2020.
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