El Valencia quiere pero no puede ante Osasuna

Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Tanto Valencia como Osasuna vienen siendo contradicciones de sí mismos durante toda la temporada y este jueves cruzaron sus caminos para firmar unas tablas que con lo mencionado realmente no resultan demasiado sorprendentes (1-1). Golpeó primero Osasuna por mediación de Calleri, pero lejos de la solvencia de antaño, los de Arrasate se mostraron inocentes y no supieron ampliar su ventaja. Y el Valencia dominó en cuanto a la posesión de balón y llevar la iniciativa, pero una vez más fue preso del ‘quiero y no puedo’ y tuvo que ser Unai García, en propia puerta, el que hiciese el único gol que subió a la cuenta del conjunto che.

Valencia-Osasuna, en imágenes

Se enfrentaba Javi Gracia a Osasuna de sus amores pero más que obligado a lograr los tres puntos alejar a este Valencia de la zona baja. En la búsqueda de ello, le otorgó la titularidad, entre otros, a Kang-In Lee, pero el talento surcoreano, lejos de agradecérselo con una buena actuación, firmó una actuación más que discreta.

De hecho, el gol de Osasuna nace en una acción en la que Kang-In Lee no estuvo por lo que tenía que estar. Pita el árbitro libre directo a favor del cuadro rojillo y él, en lugar de recuperar su posición, se entretuvo intentando hacerle un cañito al rival. Una irresponsabilidad imperdonable que refleja que el surcoreano, al igual que atesora un gran talento, tiene también mucho margen de mejora en cuanto a actitud. En fin, que Osasuna armó el contragolpe pillando desprevenido a un Valencia más que deficiente en el repliegue defensivo (como viene siendo habitual últimamente) y Calleri, tras un rechazo de Jaume, firmó el 0-1 en el 42’ de partido.

Se llegó al descanso con el citado tanteo, y en la reanudación el Valencia se puso las pilas en la búsqueda del empate. Dominaban los de Gracia, con Maxi Gómez mostrándose especialmente voluntarioso, pero finalmente tuvo que ser Unai García, en propia puerta, quien hizo el 1-1 en el 69’.

De ahí hasta el final, el partido se rompió y estuvo más cerca el 1-2 que el 2-1. De no ser por un par de buenas intervenciones de Jaume Domènech Osasuna hubiese vuelto a Pamplona con los tres puntos y no con uno que, al igual que para el Valencia, resulta insuficiente.

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