El Valencia vuelve a respirar en el debut de Baraja en Mestalla

Volvía Rubén Baraja al campo en el que es leyenda pero ahora a su banquillo y el reestreno estuvo a la altura de su historia. Tal y como había pedido, Mestalla tiró de los suyos y tras ocho partidos sin hacerlo, el Valencia, concentrado en el repliegue y peligroso en la contra, volvió a ganar y, al menos momentáneamente, salió del descenso. Por segunda jornada seguida, la Real Sociedad vio escaparse puntos por un tanto en propia puerta de Zubeldia pero al no ganar el Atlético retiene la tercera plaza aunque ya casi sin colchón.

Otra vez durante la hora previa al choque miles de valencianistas se manifestaron a la puerta de Mestalla contra la gestión del máximo accionista Peter Lim. Lo que no hubo fue el gran recibimiento que querían darle al equipo porque la Policía decidió que los equipos no entraran por la puerta habitual sino por una lateral.

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Con ambos equipos espesos, la primera parte no tuvo demasiadas oportunidades. De inicio, la Real puso a prueba a un atento Mamardashvili con un par de disparos lejanos. El georgiano frenó un tiro de Diego Rico y un envenenado centro de Mikel Oyarzabal y permitió a los suyos empezar a estirarse.

Una llegada de Yunus Musah avisó a Remiro de la manera en la que le iba a llegar el peligro. Una buena salida de Hugo Duro, permitió al intenso Samuel Lino avanzar metros por la banda y poner un peligroso centro para el trabajador delantero… que Zubeldia convirtió en el primer tanto local al intentar evitarlo. La ‘pesadilla’ se repetía tras el tanto en propia puerta de Le Normand ante el Celta.

Si la primera parte acabó adormecida, la segunda arrancó vibrante. En un córner, el francés estuvo a punto de empatar pero de nuevo Mamardashvili estuvo rápido. También pudo cambiar el choque en la siguiente acción, cuando Alex Sola, que acababa de entrar, pareció derribar a Duro en el área. Hernández Hernández no dudó pero tras avisarle el VAR cambió su decisión al no ver contacto en el tobillo.

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La Real incrementó su asedio jugando, córner a córner, con los nervios del Valencia pero en otro de los rechaces de esos saques de esquina una vertical cabalgada de Samu Castillejo rozó el segundo. El extremo frenó en seco, giro sobre sí mismo y disparó duro. Pero ahí estaba Remiro.

La acción dio confianza a los locales para no encerrarse en su área y los minutos cayeron rápido para ellos. Jesús Vázquez puso a prueba al portero nada más salir y el guardameta respondió. Lino sí que le sorprendió pero su remate fue al palo. Y pese a la presión de la Real, esas fueron las mejores oportunidad hasta que, tras el pitido final, Mestalla volvió a respirar y Hugo Duro no pudo contener las lágrimas.