El Carramimbre CBC Valladolid ha recibido “con ilusión” su ascenso a la liga ACB, tras la decisión tomada por la Comisión delegada de la Federación Española de Baloncesto, y comenzará a trabajar para poder cumplir con los requisitos exigidos.
Según ha explicado el director general del club vallisoletano, Saúl
Hernández, recibir el reconocimiento al ascenso como campeón de la LEB
Oro, con el 71% de la temporada disputada, supone una “inmensa alegría” para “todos y cada uno” de los que forman parte de la entidad, “plantilla, directiva, cuerpo técnico y empleados”.
“Es un mérito enorme que, tras cinco años de historia, podamos hablar de ACB. Ahora habrá que analizar y estudiar las diferentes vías que se ponen sobre la mesa y ver qué es lo mejor para el club y para el futuro”, ha añadido, en declaraciones facilitadas por el Carramimbre tras hacerse pública la resolución de la FEB.
Se da la circunstancia de que el Carramimbre y el Real Valladolid han alcanzado un principio de acuerdo para unir sus fuerzas, por lo que el club de baloncesto contará con un importante apoyo si esta iniciativa llega a buen puerto, aunque deberá hacer frente a varios obstáculos.
En primer lugar, habrá que ver cuál es la reacción de la ACB, ya que esta no quería ascensos y todos los clubes que juegan en la máxima categoría del baloncesto nacional parecen estar a una con esta opinión, que ha defendido públicamente su presidente, Antonio Martín.
Por tanto, el hecho de que la FEB haya concedido el ascenso al Carramimbre y al Gipuzkoa, segundo clasificado de la LEB Oro, no significa que se haga efectivo de manera inmediata ya que antes deben cumplir unas exigencias económicas -1,4 millones, convertirse en Sociedad Anónima y 2 millones de presupuesto mínimo-.
El club vallisoletano dejó claro, desde que se produjera el parón liguero por la aparición de la COVID-19, y la imposibilidad de que se pudiera retomar la competición, que defenderían por todas las vías posibles ese título de campeón de LEB
Oro y, con él, el ascenso a la Liga
Endesa.
Ahora ya cuentan con el respaldo de la Federación Española de Baloncesto y con el del Consejo Superior de Deportes, pero al Carramimbre le queda “mucho trabajo” por hacer, para que se pueda cumplir su sueño de devolver a la elite a un equipo vallisoletano.
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