El Espanyol acaba la trigésima jornada a dos puntos del descenso (con 28 y el Almería marca el ‘cielo’ con 30), uno menos de como encaró la ‘guerra’ el viernes, pese al insuficiente empate arañado ante el Cádiz en el RCDE Stadium.
El espanyolismo, esa afición que nunca se rinde como dijo Luis García, sigue más que preocupado por la delicada situación del primer equipo pero ve el vaso medio lleno tras esta jornada.
¿De dónde viene esa pizca de optimismo pese a ver al Espanyol penúltimo en la clasificación? Porque del pelotón de sus directos rivales en la pelea por la permanencia, en esta jornada sólo ganaron dos equipos: el Valladolid y el Valencia.
El equipo pucelano se impuso al Girona y ha escalado hasta la décimo cuarta posición con 35 puntos. Mientras que el conjunto che también hizo lo propio en Elche y ahora es tercero por la cola, manteniéndose en la zona de descenso. Del pelotón de implicados, otro que rascó fue el Cádiz de Sergio González que se llevó un punto del coliseo perico y ahora es décimo quinto, con 32 unidades.
Pero para suerte del espanyolismo dos directos rivales como el Almería y el Getafe doblaron la rodilla en sus respectivos compromisos y siguen muy cerca de la zona ‘caliente’, sin despegarse. El equipo de Rubi es el primer inquilino fuera del infierno con 30 puntos y el Getafe de Quique, con 31, tiene a un solo punto el descenso.
No hay tiempo para hacer cábalas ni mirar la calculadora. En 48 horas ya se abre una nueva jornada y el Espanyol está obligado a hacer los deberes, ganar o al menos, puntuar en La Cerámica ante el Villarreal este jueves. No queda otra. Suma y sumar. Y esperar que sus rivales pinchen.