Todo estaba listo. La vuelta de calentamiento para la carrera al sprint iba a comenzar. Pero el Alpine de Fernando Alonso se encontraba en la parrilla de salida con los calentadores de las ruedas puestos. Nadie entendía que sucedía.
El coche fue retirado y llevado a boxes donde en un principio parecía que todo se podría solucionar. Pero no. De nuevo problemas para Fernando Alonso. Este incidente le conllevo a salir en última posición en la carrera del domingo, puesto que decidieron cambiar la unidad de potencia.
El coche se había apagado en la parrilla de salida y el equipo culpó a un componente de suministro que todos los equipos llevan por igual, ECU (centralita electrónica). Enstone, localidad en la que se encuentra la fábrica del equipo, se convirtió en el centro clave para el descubrimiento de la incógnita. Allí mismo se dieron cuenta de la verdad del problema. El fallo no venía de la ECU sino de la caja que la alimenta, pieza que es de Alpine.
El propio equipo tuvo que reconocer que el problema era suyo. “Lo llevamos a la fábrica y pudimos reproducir el problema. Y no era la ECU. Es una caja que alimenta la ECU“, afirmaba a Motorsport Otmar Szafnauer, director general del equipo Alpine.
Tras esa declaración continuó comentando el problema. “Así que la ECU estaba bien, pero la caja que alimenta la ECU no estaba bien. Y si no la alimentas, parece que la ECU está muerta. Todo indicaba que la ECU había fallado, pero entonces no sabíamos que la caja de alimentación no funcionaba. Y es una pieza de Alpine”, reconoció.
Contratiempos para Esteban Ocon
Pero este no es el único problema con el que ha tenido que lidiar Alpine. La bomba de alta presión SSC de Bosch parecía la culpable del abandono de Esteban Ocon en Silverstone que se repitió al final de la carrera al sprint de Austria.
Una vez más, el equipo ha tenido que reconocer que el problema era suyo. Los cambios realizados por evitar errores en esta pieza común a todos han sido los culpables de los contratiempos de Ocon.
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“El problema de la bomba de combustible es que tuvimos un par de fallos en el banco de potencia a principios de año. Por lo tanto, tratamos de arreglar esos problemas nosotros mismos, ya que la bomba de serie de Bosch no funcionaba en una instalación de un F1, porque es una pieza para coches de carretera” confirmaba Otmar Szafnauer.
“Varios equipos tenían ese problema, y nosotros y Ferrari logramos el permiso de la FIA para hacer nuestras propias correcciones. Por lo tanto, seguimos nuestro propio camino para solucionar el problema de Bosch”. Pero aunque la solución funcionó durante las primeras carreras, ahora se han vuelto las culpables y mientras el resto de equipo actualmente utilizan las mejoras de Bosch, Ferrari y Alpine decidieron seguir con las suyas.