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El vestido que llevó Amy Winehouse en su último concierto, vendido por más de 200.000 euros

Amy Winehouse actuó en Belgrado (Serbia) el 18 de junio de 2011, dos semanas antes de la visita a España que tenía prevista en su gira. Ese día se presentó enfundada en un vestido negro con estampado de bambú, diseñado por su estilista y amiga Naomi Parry. Una prenda ajustada que combinaba perfectamente con su casi imposible peinado, al más puro estilo de los años cincuenta. La actuación, que prometía mucho tras el gran concierto que celebró en Londres unos días antes, terminó siendo desastrosa y tuvo como consecuencia las burlas y abucheos de sus propios seguidores, derivando en un parón inesperado en la gira de la artista. La causa no era otra que su grave adicción al alcohol y las drogas. Tras un mes de lo ocurrido, el 23 de julio, la cantante británica que saltó a la fama en 2006 por su canción Rehab murió a los 27 años de una sobredosis en su casa de Londres.

El fin de semana, Darren Julien, el director general de la casa de subastas Julien’s Auctions, ha vendido algunos de los objetos más icónicos de la artista, proporcionados por sus padres, Mitch y Janis Winehouse, en Beverly Hills (California). De los 800 artículos expuestos en el evento, la compra más esperada ha sido la del vestido que usó Winehouse en esa última actuación, que ha alcanzado un precio de 243.200 dólares (210.160 euros) y que, según el propio Julien, se ha vendido por un precio 16 veces más alto que su valor estimado original de 15.000 dólares (12.970 euros). La prenda se describía en el catálogo como “un minivestido halter que abraza la figura a medida, diseñado por la diseñadora y estilista de Winehouse, Naomi Parry, que tiene un estampado de bambú y flores sobre seda incorporado en un vestido de Spanx”.

El artículo se ha convertido en el más valioso de una venta en la que se han obtenido casi cuatro millones de dólares (3,5 millones de euros). El segundo objeto más cotizado ha sido un bolso rojo en forma de corazón hecho a medida de Moschino que la artista llevó en los Brit Awards de 2007, donde se hizo con el premio a mejor artista femenina, y que se ha vendido por 204.800 dólares (176.980 euros), 13 veces más que su valor inicial.

La colección de vestidos de Amy Winehouse y su batería en la subasta de Julien’s Auctions celebrada en California en noviembre de 2021.FREDERIC J. BROWN (AFP)

Otras de las estrellas del evento han sido un vestido floral dorado de Dolce & Gabbana que Winehouse llegó a utilizar sobre el escenario, un mono marrón y negro de la firma Temperly London que apareció en una sesión de fotos para el diario británico Sunday Times en 2008 y en la presentación de un concierto en honor al 90º cumpleaños de Nelson Mandela en Hyde Park, y unos tacones de Christian Louboutin que la cantante se puso en la fiesta del 60º cumpleaños de su padre en el campo de golf Trent Park en noviembre de 2009 y en el pub The Horse and Hound de Londres en agosto de 2010. Todos ellos han formado parte de un catálogo de más de 400 páginas elaborado por Julien’s en el que se sigue un recorrido por la carrera de la cantante, pero también del distintivo estilo que la convirtió en un icono de la moda durante sus años de actividad.

Además de tener una gran voz, Amy Winehouse podía presumir de que vestía y se comportaba de forma diferente al resto de artistas del momento. Siempre recurría a modelos inspirados en el estilo de los años cincuenta y los acompañaba con su imponente pelo cardado y un grueso delineado de ojos que recordaba a la estética de Ronnie Spector, cantante principal del grupo de chicas de los sesenta, The Ronettes. También Etta James y Billie Holiday fueron puntos de partida para crear su reconocible estética. Su look de extrarradio fue tan icónico que en 2008 el diseñador Karl Lagerfeld presentó para Chanel una colección inspirada en ella, comparándola con el estilo de la modelo y actriz francesa Brigitte Bardot. Pocos meses después de su muerte, en enero de 2012, Jean Paul Gaultier le rindió homenaje en su colección de alta costura. Su influencia ha quedado retratada en numerosos editoriales de moda de revistas como Love (interpretada por Adriana Lima), Vogue Paris (con Isabeli Fontana como Amy) o W Magazine.

Los beneficios obtenidos en el evento, en el que han participado fanáticos y coleccionistas que han asistido presencialmente y han tomado parte tanto por teléfono como de forma online, serán destinados a la Fundación Amy Winehouse, que fue creada por los padres de la artista tras confesar en 2012 que querían “sacar el mejor partido de la pérdida de su hija” para concienciar y apoyar tanto a jóvenes como a adultos con problemas de adicción. Algunos de los artículos que han formado parte de la subasta se presentarán al público antes de ser recibidos por sus propios compradores en la exposición Amy: Beyond the Stage que tendrá lugar en el Design Museum de Londres a partir del 26 de noviembre.


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