El Villarreal roza la remontada pero sucumbe a la potencia del Liverpool

No pudo ser. El milagro de la remontada planeó durante 45 minutos por La Cerámica, los que tardó el Villarreal en enjuagar el 2-0 de Anfield, pero el conjunto amarillo no pudo aguantar el ritmo de un Liverpool que navega en otra categoría y que disputará su tercera final en cuatro años de la mano de su carácter, potencia y pegada. El ‘submarino’ se despidió de la Champions por todo lo alto, con otra actuación memorable. Logró dejar en la cuneta a Juventus y Bayern y por momentos pareció poder sorprender también al todopoderoso conjunto ‘red’, pero la gasolina de los de Unai Emery no dio para tanto y serán los de Jürgen Klopp los que opten a su séptima ‘orejona’.

Nada puede reprocharse un Villarreal que no se conformó con haber llegado a unas nuevas semifinales de Champions, las segundas desde 2006. El equipo de Emery quiso que la noche fuera histórica y lo consiguió empatando la eliminatoria antes de llegar al descanso. Boulaye Dia y Francis Coquelin desataron la locura en La Cerámica, pero el fútbol iba a recobrar la cordura tras el intermedio. Los ‘reds’ sacaron su gen ganador para aplacar los ánimos del ‘submarino’ y seguir optando a la temporada perfecta. Real Madrid o City será su rival en la gran final de París.

Inicio trepidante del Villarreal

Era consciente el Villarreal de que cualquier posibilidad de remontada pasaba por un inicio fulgurante de los de Emery. A pesar de la lluvia, el espectacular recibimiento al equipo por parte de la afición no faltó y el aliento de las gradas de la repleta Cerámica se dejó notar desde mucho antes de empezar. La presencia de Gerard Moreno en el ‘once’ tras superar sus problemas físicos aún incitó más a la gesta y así, era imposible que el ‘submarino’ no saltara al campo a toda máquina para buscar la yugular del Liverpool, que vio como sus peores presagios se hacían realidad.

No habían transcurrido ni cuatro minutos de juego que el conjunto amarillo lanzó el primer torpedo de la noche. Pervis Estupiñán la puso en el área, Capoue la bajó desde el segundo palo y Boulaye Dia desató la locura en La Cerámica (3′). La remontada estaba servida. 

Emery debió verse una y otra vez el partido de ida para encontrar cómo maniatar al imparable Liverpool y lo cierto es que lo consiguió con una presión alta y con un Capoue omnipresente. Klopp no daba con la tecla, con un impreciso Alexander-Arnold y con un Thiago ahogado ante la superioridad numérica del Villarreal en la medular. 

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Otro centro de Estupiñán volvió a generar peligro cuando Gerard remató de cabeza, aunque esta vez el cuero tocó en la cara de Robertson, impidiendo el gol. Eso fue antes de que los ‘reds’ se desquitaran con una contra de manual, aunque por suerte Diogo Jota hizo un mal control y permitió a Rulli llegar a tiempo antes del remate. 

Delirio en La Cerámica

El susto inglés no desvió al Villarreal de su camino. El ‘submarino’ seguía pasando por encima de un Liverpool incómodo a la par que impreciso, como cuando Keita hizo una mala cesión atrás y regaló el balón a Gerard. El catalán le dio un caramelo a Lo Celso, que se fue al suelo una vez vencido Alisson. Todos vieron penalti en la acción menos el neerlandés Makkelie, el único que vio que el argentino ya estaba cayendo antes de ser arrollado por el portero del Liverpool.

No importó la polémica, pues el segundo torpedo amarillo ya estaba cargado. Capoue se hizo con un envío largo, cogió distancia con Robertson y la colgó al segundo palo viendo la llegada arrolladora de Coquelin. El francés dejó en evidencia a un pasivo Alexander-Arnold y empató la eliminatoria antes de llegar al descanso (41′). 

El Liverpool sale a jugar

El intermedio era el soplo de aire que necesitaba el Liverpool, que volvió con una imagen mucho más reconocible. Klopp relevó a Diogo Jota y le cambió por Luis Díaz, quien tenía la chispa para conectar a los ‘reds’ en el partido.

Ahora sí carburaban los ingleses, quienes estrellaron un balón contra el travesaño en un disparo lejano de Alexander-Arnold. Luego Luis Díaz quiso lucirse con una media tijera y perdió una gran oportunidad de marcar. Daba igual, pues el Liverpool ya había el espíritu batallador que le ha acompañado este curso.

Después de sendos avisos, llegó el jarro de agua fría para el Villarreal. Salah conectó con Fabinho y este sacó el cañón para sorprender a Rulli por debajo de las piernas (62′), una jugada donde el meta pareció poder hacer algo más para impedir el gol.

El golpe hizo mella en el Villarreal, que iba a quedar noqueado cinco minutos después cuando Luis Díaz, excelso, anotó el segundo (67’). La temeraria salida de Rulli en el 74’ para regalar el gol a Mané fue el colofón para un ‘submarino’ gripado que aún así dice adiós a la Champions dejando un gran sabor de boca.