El volcán de La Palma mantiene su presencia sobre las vidas de los palmeros, con una elevada emisión de lava y de cenizas que ha motivado que se mantenga la alerta sobre la evolución de las lenguas y la suspensión de clases presenciales en los centros escolares. La erupción, según ha informado el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) este martes, ha liberado ya unos 94 millones de metros cúbicos de lava, que darían para llenar unas 28.000 piscinas olímpicas.
La evolución de las lenguas, eso sí, ha dado un cierto alivio, al menos temporal. Las coladas de lava que “han venido preocupando en los últimos días siguen avanzando, aunque han sufrido un retraso” y se han ralentizado hasta un metro por hora, ha confirmado Rubén Fernández, portavoz del comité técnico del Pevolca. Se refiere Fernández a la llamada colada 11, la localizada más al sur de la zona afectada por el magma. Este frenazo no ha impedido que en las últimas 24 horas se haya producido “un ligero avance del flujo” y que este se encuentre a 200 metros de la carretera LP-211. Esta vía resulta vital, dado que permite el acceso de vehículos de gran tonelaje tanto para el acceso a los vecinos y agricultores de la zona suroeste de la isla como para los trabajos de construcción de las desalinizadoras que deberán proveer de riego de urgencia a las fincas.
Pese a este freno, la salida de lava de la boca noroeste sigue siendo “elevada”, según la portavoz del comité científico, Carmen López. “La colada sigue con las mismas direcciones del último informe, rebosando en esta mañana algunos de los tubos y canales volcánicos preexistentes”.
La carretera se salva, al menos por ahora. Pero dadas las circunstancias, el Cabildo de La Palma tiene previsto acondicionar la vía de entrada a Puerto de Naos, de manera que pueda ser empleada temporalmente tanto de acceso como de salida de la costa del valle de Aridane. El mayor aporte de colada lo está recibiendo la llamada zona nueva, la lengua más al sur que se acercó al mar y que se quedó a escasos centenares de metros de la costa. Este martes, la afección por lava asciende a 476 hectáreas.
La agricultura isleña es una de las principales damnificadas del evento volcánico. En este sentido, el Consejo de Ministros ha aprobado este martes la concesión de una subvención directa de 18,8 millones de euros a Canarias con cargo al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para que instrumente las ayudas para la reparación de los daños ocasionados por las erupciones volcánicas en La Palma en materia agraria y pesquera. Estas están previstas en un real decreto que se aprobó el 5 de octubre. Además, personal de la Armada Española va a estudiar el traslado por mar de agricultores desde el puerto de Tazacorte hasta las plantaciones plataneras en la costa, porque algunas vías de comunicación terrestre han quedado interrumpidas.
La otra gran protagonista de las últimas horas ha sido la incesante lluvia de lava que ha anegado el valle de Aridane. El aire sigue estando por debajo de los niveles de calidad en esta zona oeste de La Palma, por lo que prosiguen las condiciones desfavorables para la población.
La disposición del viento va a cambiar la situación en las próximas horas. Se prevé que las cenizas y el dióxido de azufre se muevan hacia el este y el suroeste, lo que supondrá que en las próximas 36 horas la operatividad del aeropuerto de La Palma va a ser “desfavorable” y afectará al espacio aéreo comprendido entre La Palma, La Gomera y el oeste de Tenerife.
La emisión de dióxido de azufre, una medida clave para conocer la fortaleza de la erupción, ha vuelto a repuntar tras varias jornadas de descensos, en este caso hasta 22.000 toneladas diarias. López ha remarcado que, en todo caso, sigue habiendo “una tendencia a la baja” y que este valor, en principio, supone “un valor un poco disperso” a los de días anteriores. “Habrá que observar las emisiones de mañana [por el miércoles]”, ha precisado.
La población de La Palma ha seguido sufriendo leves terremotos durante todo el martes. Esta sismicidad continúa localizándose, principalmente, a profundidades medias entre 10 y 15 kilómetros, como ocurrió en los primeros días de erupción. También se han registrado terremotos a más de 20 kilómetros de profundidad. La magnitud máxima ha sido 4,6 de un evento este lunes a las 20.24 a profundidad de 36 kilómetros, sentido con intensidad máxima IV.
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