El estreno de Patria, la serie producida por HBO que emitirá su primer capítulo también en abierto este martes en Telecinco, está levantando polvareda solo con sus carteles promocionales. La temática del libro de Fernando Aramburu, llevada ahora a la televisión por el director Aitor Gabilondo, sigue siendo material sensible. Los asesinatos de ETA, el miedo, casi siempre envuelto en un claustrofóbico silencio de la población del País Vasco, y la doble victimización de las familias que sufrieron las acciones de la banda terrorista, continúa hiriendo casi nueve años después de que la banda anunciara el cese definitivo de la violencia y de que escenificaran su disolución en mayo de 2018.
Han pasado cuatro años desde la publicación del libro en el que se basa la serie, pero la expectación que ha provocado su versión televisiva ha vuelto a poner de actualidad los 43 años de terror causados por ETA y también a las actrices que dan vida a dos de los personajes principales: Bittori y Miren. Es decir, Elena Irureta y Ane Gabarain. La primera encarna en la ficción a la esposa de un pequeño empresario asesinado por la banda armada; la segunda, a su amiga inseparable hasta que su hijo se convierte en el verdugo que le quita la vida a su marido.
Ambas son de origen vasco, uno de los requisitos que quería Gabilondo para los actores de la serie, y las dos son también rostros reconocidos de la interpretación en España, pero no excesivamente conocidas para el gran público y con la suficiente complicidad como para hacer creíble su dramática relación en pantalla. Elena Irureta (Bittori), tiene 65 años y los críticos ya la señalan como la ganadora de premios importantes en los próximos meses por su papel, calificado de “magistral”, “emocionante”, “desgarrador”. Nació en Zumaia, Gipuzkoa, el 30 de julio de 1955, fue a un colegio de monjas de la localidad y ha calificado su participación en Patria como una experiencia “muy enriquecedora, porque es algo que has vivido pero en lo que nunca te has mojado”, dijo durante el festival de San Sebastián en referencia a la serie y al conflicto vasco.
De vocación temprana, recorrió el País Vasco desde joven haciendo teatro tras haber estudiado en la Escuela de Arte Dramático de Antzerti, en Donostia. Eran tiempos en los que los actores también servían como transportistas y montadores de escenarios, talentos para todo que en el caso de Irureta también daba para que escribiera textos propios. En los ochenta y noventa participó en varias películas como Fuego eterno, La monja alférez, La madre muerta, Hola, ¿estás sola? y La ardilla roja. Después llegó la televisión, con papeles en series como Al salir de clase, Periodistas, Hermanas o El Comisario, donde durante 11 temporadas interpretó a la agente Laura Hurtado. Desde entonces las series de televisión siempre han estado presentes en su trayectoria profesional. Hospital Central, Ciega a citas, Allí abajo, o Madres han sido algunas de ellas.
Tiene tres hermanas y un hermano que siguen viviendo en su pueblo natal, y una casa rural que montó a finales de los noventa por si eso de ser actriz no salía como ella esperaba. Se trata de un caserío rehabilitado del siglo XVI, situado en un bosque de encinas y colgado sobre la playa de Santiago, la misma a la que acudía durante su estancia. Un lugar acorde a los gustos de la actriz, que en su vida personal se declara enamorada de su tierra, de la vida tranquila, de la pintura y poco dada a perder el tiempo con el móvil y los whatsapps. Soltera y sin hijos, Irureta tiene otro amor: su sobrino Telmo, un joven con parálisis cerebral que a pesar de su discapacidad ha conseguido participar en producciones teatrales y en pequeños papeles en series de televisión. Precisamente, en su caserío, que estaba cerrado, vivió su recuperación tras salir del hospital donde estuvo ingresada a causa de la covid: “Estuve chunga. Estuve 10 días en casa mala y me tuvieron que llevar en ambulancia al hospital. Cuando empecé a recuperarme, como no había sitio en los hospitales, habilitaron el hotel María Cristina y me iban a llevar allí, pero yo me fui a casa. Tenía la casa rural cerrada y podía estar en ella sin riesgo de contagiar a nadie”, explicó en el diario Noticias de Navarra.
A pesar de sus dilatadas trayectorias tanto Irureta como Gabarain confiesan estar viviendo algo parecido a un tsunami incluso antes del estreno de ‘Patria’. Gabarain, que se mete en el papel de Miren, la mujer que acaba radicalizándose después de que su hijo se integre en ETA, nació en San Sebastián, tiene 57 años, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en el País Vasco. Esta es una de las interpretaciones que muchos afirman que cambiará el rumbo de su carrera y demostrará su versatilidad como intérprete, ya que ella ha encarnado fundamentalmente grandes papeles cómicos. Sin embargo su rostro no es desconocido para los telespectadores que la han podido ver en series como Siete vidas, Los Serrano, Periodistas y más recientemente en Allí abajo, y en películas como La Comunidad, 800 balas o Loreak.
El papel de Miren era un caramelo para cualquier actriz, Ane Gabarain imaginó que terminaría en manos de actrices más consagradas a nivel nacional. Después del casting pasaron muchos meses hasta que le confirmaron que ella sería la encargada de interpretar a esa madre que apoya incondicionalmente a su hijo etarra y que en ello le va el carácter y también la relación con su amiga del alma.
Las dos actrices son amigas, han coincidido en otras producciones y proyectos a lo largo de los años y llegaron a fantasear incluso antes de hacer las pruebas para la serie, con la posibilidad de interpretar las dos los personajes que finalmente llevan a la pequeña pantalla y de los que todo el mundo habla.
Source link