Si alguna vez se ha cortado con papel o si su hijo alguna vez ha tenido una hemorragia nasal, probablemente se dé cuenta de que puede ser difícil.
Paso 1: pruebe las técnicas de limpieza inicial
La primera regla general es tratar una mancha de sangre lo antes posible, antes de que tenga tiempo de secarse. Si la sangre no se ha secado, el agua fría debería quitar la mancha.
Si una mancha de sangre se ha secado, será necesario trabajar más para eliminar la mancha. Primero, raspe suavemente el exceso de sangre seca. Luego, coloque un paño limpio y seco debajo de la mancha de sangre y seque con agua tibia o detergente líquido para ropa. Continúe secando con un área limpia del paño seco.
No frote la mancha ya que no quiere que la mancha se extienda o se incruste. Si la mancha de sangre sigue presente, no permita que el área se seque. Continúe tratando con productos húmedos hasta que la mancha se elimine por completo. Esto puede requerir remojar la mancha durante varias horas.
Paso 2: prueba los productos para el hogar
Según el tipo de tela, el detergente para ropa o el líquido para lavar platos mezclado con agua pueden eliminar la mancha de sangre. El amoníaco aplicado con un hisopo de algodón también puede eliminar la mancha, pero no use amoníaco en seda o lana. Otros productos domésticos que se utilizan para eliminar las manchas de sangre incluyen laca para el cabello y peróxido de hidrógeno.