De Madrid al… infierno. La situación clasificatoria del Athletic no mejora con el paso de las jornadas. Al contrario: empeora. Aitor
Elizegi ya avisó el lunes por la tarde que la continuidad de Gaizka
Garitano no corría peligro. Hasta recibir al Huesca, por lo menos. El presidente rojiblanco, seguro, dio buena cuenta ayer de todo a Florentino
Pérez.
Este clásico no se disputó en el Bernabéu en esta ocasión. Como el estadio blanco se encuentra de obras y dada la pandemia del coronavirus no se puede jugar con público en las gradas, Florentino optó por trasladar los partidos de su equipo a Valdebebas. En el Alfredo Di Stéfano, de hecho, disputan Liga y Champions los merengues.
Algunos jugadores del Athletic ya habían competido en este campo. No como leones, sino como futbolistas del Bilbao Athletic. Aquel choque contra el Castilla tuvo lugar el 8 de febrero de 2015.
Zidane era el entrenador del filial blanco. Ziganda, el del rojiblanco. El choque terminó con empate a dos en una temporada que concluyó con el ascenso del Bilbao Athletic en Cádiz.
Lekue y Vesga fueron titulares aquel día. Williams causó bajo y Yeray se perdió el choque por sanción. Remiro, portero rojiblanco en aquel choque, coincidió posteriormente en la Real con Diego
Llorente y Odegaard, que aquel día debutó con el conjunto madrileño. Mariano, Raúl
de
Tomás y Borja
Mayoral también formaban parte de aquella plantilla.
La última visita de los leones al Bernabéu se saldó con empate a cero, con Unai
Simón inspiradísimo y con Markel
Susaeta compartiendo grada con los seguidores del Athletic ubicados en uno de las esquinas superiores del estadio. El eibartarra, que el lunes cumplió 33 años, y Beñat, que sustituyó a Williams en el minuto 85, realizaron ayer su primer entrenamiento con el McCarthur, el club australiano por el que han fichado. Lo de Valdebebas les pillaba un poco lejos.
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