Elkeson, nacido en Brasil y que no habla mandarín (tiene que ponerse a ello), ha hecho doblemente historia en China: se convirtió en el primer jugador sin orígenes chinos en debutar con la selección de dicho país (lo hizo en el triunfo por 5-0 contra las Maldivas el martes en la fase de clasificación para el Mundial de Qatar 2022) y además marcó dos goles.
Elkeson de Oliveira Cardoso ya había dejado huella con anterioridad en China: ha logrado 134 goles en 6 años entre Shanghai SIPG (2016-19) y Guangzhou Evergrande (2013-2015 y volvió en julio), 2 Champions de Asia y 4 Superligas. Todo por Marcello Lippi, el entrenador que ya le dirigió en el Guangzhou Evergrande y que ha cambiado su carrera. “En Brasil marcaba menos, gracias a él me convertí en un ‘9’”, aseguró el atacante brasileño ahora nacionalizado chino.
Apertura en marzo
Lippi, actual seleccionador de China, aprovechó la apertura de la Federación de Fútbol del país en marzo en cuanto a jugadores nacionalizados para convocar a Elkeson. A los futbolistas que quieran obtener el pasaporte chino se les pide que reconozcan la bandera de dicho país, que canten el himno, que hayan estudiado el idioma y la historia política de China, además de haber desarrollado un fuerte espíritu patriótico.
Elkeson, de 30 años, juega en la Superliga de China desde 2013 y cuando obtuvo el pasaporte de dicho país dio las gracias a los aficionados y manifestó: “Devolveré vuestra fe en el campo”. Ha cumplido su promesa.
Hoy tiene un nuevo nombre: Ai Kesen, como le llaman los chinos, que sueñan con que lleve a su selección hasta el Mundial de Qatar 2022. China no participa en una fase final desde 2002.
Mano Menezes le convocó para la selección de Brasil cuando era su técnico, en 2011, para la vuelta de un Superclásico contra Argentina, pero Elkeson no llegó a jugar. Quizás era su destino. De haber disputado un solo minuto ahora no sería el ‘9’ de China.
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