Ella tiene 12 años y hace historia al ganar una medalla en deporte debutante en Tokyo 2020


TOKIO.- El debut olímpico del skate se está convirtiendo rápidamente en un asunto japonés.

Son tres medallas de oro en tres eventos, y falta uno. Sakura Yosozumi, de 19 años de edad, encabezó el 1-2 de Japón en la primera edición olímpica de la competencia femenina de parque, consolidando el dominio del país anfitrión en el debut del skate en el programa olímpico.

La plata fue para Kokona Hiraki, quien con 12 años se convirtió en la medallista japonesa más joven de su historia. La británica Sky Brown evitó la barrida japonesa al quedarse con el bronce, la medallista británica más joven de la historia. Brown partía entre las favoritas pese a sus 13 años de edad.

Yosozumi se quedó con la prueba con una primera ronda repleta de trucos que le valió una puntuación de 60,09, la única competidora en rebasar los 60 puntos en el evento realizado en el Parque de Deportes Urbanos de Ariake.

Su ronda colocó la presión en las otras siete finalistas, que no pudieron derrocarla.

“Voy a lograrlo”, se dijo la campeona mundial de 2018 a sí misma. “Voy a mostrarle al mundo mis trucos”.

Y vaya que lo hizo. Hiraki y Brown también. Sus acrobacias y camaradería entre turnos dejaron al descubierto el motivo por el que los organizadores querían sumar a esta juvenil e inclusiva disciplina al programa. Las patinadoras celebraron los turnos de las otras y se consolaron después de sus caídas, dándole al evento la sensación de una tarde entre amigas.

“El skate es un gran deporte, es muy divertido”, dijo Yosozumi. “Por favor, inténtenlo”.

Si es posible, en Japón. La ironía del éxito de las patinadoras japonesas es que no tienen parques suficiente y a menudo son mal vistas en las calles. Incluso en las inmediaciones del parque olímpico de skate se pueden ver letreros que prohíben practicarlo.

Los patinadores japoneses también se quedaron con el oro en la rama masculina y femenina de las pruebas de calle, que se realizaron durante la primera semana de la justa. Yuto Horigome fue el campeón varonil de calle, mientras que Momiji Nishiya, de 13 años, se quedó con la prueba femenina. Japón también ganó el bronce en ese evento de la mano de Funa Nakayama.

El triunfo de Nishiya la había convertido en la medallista japonesa más joven de la historia, pero fue desbancada por Hiraki, quien cumple 13 a finales de este mes.

En total, Japón tiene cinco de las nueve medallas de skate que se han entregado hasta el momento. Las últimas tres se disputarán el jueves en la competencia masculina de parque.

La carrera de 45 segundos de Yosozumi incluyó dos giros de 540, rotaciones de giro y medio en el aire antes de caer sobre la tabla.

Apenas concretó el segundo, doblando las rodillas al máximo para obtener la puntuación necesaria. La patinadora de 19 años, cuyo primer nombre significa cerezo en japonés, levantó los puños en el aire para celebrar.

Su marcador dejó a Hiraki y a Brown, que patinaron después de ella, con una enorme montaña que escalar, obligándolas a intentar trucos más complicados para intentar superarla.

El nipón Horigome Yuto es el nuevo héroe local tras colgarse el primer oro Olímpico en la modalidad de “skate”. Normal que reaccionara así.

Brown intentó un truco súper complicado en el que intentó girar la tabla sobre su propio eje al salir de una rampa muy inclinada. El mensaje en la parte posterior de su casco lo resumió todo: “¡Se valiente, diviértete y hazlo porque lo amas!”

Pero intentó el truco — kickflip Indy, en el argot del skate — dos veces y las dos veces fracasó. Lo consiguió a la tercera oportunidad y concluyó su turno con un 540. Celebró de manera emotiva, pero su 56.47 apenas le alcanzó para el bronce.

Sin importar el resultado, Brown estaba muy emocionada. Fue hospitalizada por una fractura de cráneo y de otros huesos luego de una caída el año pasado. Con un lado del rostro destrozado y su brazo izquierdo enyesado, clasificar a los Juegos Olímpicos parecía improbable.

“Mis papás me decían, ‘bueno, deja ya de patinar’”, recuerda. Olvídenlo. Brown asegura que en los Juegos de París en tres años, no solo quiere competir de nuevo en skate, sino también en surf, su otra pasión.

“Espero inspirar a algunas niñas”, dijo. “Hay quienes creen que soy muy joven y no puedo hacerlo. Pero, en verdad, si creen en ustedes mismas pueden hacer lo que sea”.

La modalidad parque es la segunda prueba de medalla del skate que se estrena en estos Juegos Olímpicos, después de la calle.

En esta prueba, la pista se asemeja a una piscina vacía y se compone de una variedad de rampas curvilíneas con diferentes ángulos y alturas.

Las skaters cuentan con tres turnos de 45 segundos cada una que son puntuados en una escala del 0 al 100, de los cuales cuenta su mejor intento.

Las patinadoras tienen libertad para elegir sus recorridos y maniobras, que reciben una puntuación de los jueces en función de la velocidad, la altura, la fluidez, la complejidad técnica y la originalidad con las que sean ejecutadas.


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