El fundador de Tesla, Elon Musk, ha aceptado no publicar en Twitter información sobre la producción de vehículos o ventas del fabricante de automóviles eléctricos de lujo sin que sus tuits sean revisados por abogados, según un acuerdo alcanzado este viernes con la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos.
El pacto, que fue presentado a última hora ante un tribunal de Nueva York y que todavía tiene que ser aprobado por el juez, resolvería la demanda presentada contra Musk y Tesla por SEC en relación con los tuits enviados por el fundador del fabricante este año.
En esos mensajes, Musk señaló que Tesla produciría este año 500,000 vehículos, una cifra muy superior a las estimaciones oficiales de la compañía.
Posteriormente, Musk rectificó pero SEC decidió demandar al multimillonario porque sus tuits había violado un anterior acuerdo con el organismo regulador del mercado de valores estadounidense.
El acuerdo alcanzado hoy entre Musk, Tesla y SEC señala que los tuits del fundador de la empresa tendrán que ser supervisados si se refieren a temas como la producción, ventas, condiciones financieras, propuestas de adquisiciones o fusiones, nuevas líneas de negocio o previsiones empresariales, entre otros temas.
El acuerdo original establecido en septiembre de 2018 ya había establecido limitaciones a las comunicaciones de Musk a través de Twitter, pero el empresario ha sido incapaz de contenerse en su medio favorito de comunicación.
La disputa se inició en agosto de 2018 cuando Musk dijo en Twitter que estaba pensando en sacar de la bolsa a Tesla y que ya había encontrado la financiación para comprar las acciones a $420 por título, una cifra muy superior a la cotización en los mercados.
Tras días de cuestiones y críticas, Musk reconoció que no era verdad y que no tenía asegurada la financiación para la operación.
Varios inversores y SEC demandaron a Musk al considerar que su tuit había inflado artificialmente las acciones de la compañía lo que le había beneficiado directamente, ya que él es el máximo inversor en Tesla.
En septiembre de 2018, Musk, Tesla y SEC llegaron a un acuerdo por el que los dos primeros pagarían una multa cada uno de 20 millones de dólares.
Además, Musk debía abandonar temporalmente la presidencia del consejo de administración de Tesla y la empresa instauraría “controles y procesos para supervisar las comunicaciones de Musk”.
Pero meses después, el acuerdo saltó por los aires cuando el 19 de febrero Musk situó la producción anual de Tesla en 500.000 unidades al año, cuando en realidad debería haber dicho que el ritmo anual de producción esa semana era equivalente al de esa producción anual.