No hay evidencia más sólida que el regreso del verdadero Joel Embiid. Lo proclamó con un grito aterrador como fueron los 59 puntos de la semana pasada contra Utah Jazz un día después de los 42 ante Atlanta y sigue instalado en su status auténtico con los 32 tantos contra Minnesota Timberwolves como prueba. Una gigantesca aportación sin efecto para los Philadelphia 76ers, que se despidieron de la mejor dinámica de la temporada (3 victorias seguidas), ante el conjunto de Mineápolis (109-112). Puede faltar James Harden, también Tobias Harris, pero que falte también Tyrese Maxey -primer partido sin el joven base, lesionado para 3-4 semanas-, por mucho Embiid que haya, es demasiado.
Porque, a pesar de lo ajustado del resultado final, los Sixers se pasaron la mayor parte del encuentro perdiendo por ventajas cercanas a los 10 puntos o superiores. Sólo un primoroso cuarto final en el que Shake Milton, con 8 puntos de sus 27 y De’Anthony Melton (9 de sus 19), se sumaron a la rutina de Embiid (8 en este último parcial), permitieron a los de Doc Rivers competir por el partido. Un triple de Melton a falta de 29 segundos para el bocinazo casi culmina la remontada (109-110) pero luego el ex de los Grizzlies falló una bandeja con 10 segundos de crono que hubiera puesto a los de Pennsylvania por delante.
Philadelphia ha logrado enderezar un mal inicio de temporada pero hay cosas que siguen sin entenderse. La que más, el rendimiento de P.J. Tucker. El interior, muy irregular, nunca se ha distinguido por ser un gran anotador pero resulta llamativo que un titular de un equipo que se define como candidato al anillo encadene tres partidos consecutivos sin anotar ni casi tirar, con un 0/2 en tiros de campo.
Lo ‘mejor’, es que los Sixers han sido sancionados por su incorporación -además de la de Danuel House Jr.-, con dos selecciones de draft por ‘tampering’, un coste adicional tampoco justificado por Tucker, aunque no tenga culpa en ello. Philadelphia podría tener que estar unas dos semanas más en esta situación -sin Harden ni Maxey-, ya que la ‘Barba’ será revaluado de su lesión en este mismo periodo de tiempo.
El que también continua dejando dudas de su incorporación, para opositar a uno de los ‘bluffs’ del mercado, es Rudy Gobert. El francés, que venía de cuatro buenos partidos con 15 puntos o más, se quedó en 8 para acabar como el peor en Minnesota con un más-menos de -8 a pesar de sus 13 rebotes. Anthony Edwards lideró a los Wolves con 25 tantos aunque con un 7/21 en tiros de campo en una titubeante actuación también de Karl-Anthony Towns, 12 puntos y un 5/14 en lanzamientos.