El Werder Bremen desaprovechó una nueva ocasión para salir del hoyo. Los de Florian Kohfeldt sumaron un empate (0-0) descafeinado ante el Borussia Mönchengladbach, que complica sus aspiraciones para la salvación en el campeonato alemán. Mucha intensidad, pero pocas ocasiones claras de peligro, en un estadio mudo y sin público.
El Gladbach comenzó mandando con autoridad sobre el césped del Weserstadion. Los visitantes no tuvieron ningún problema en tener la iniciativa del partido y con ello la posesión del esférico. El primer aviso llegó en el 4’ con un remate al centro de la portería de Neuhaus sobre Pavlenka. Poco más tarde, en el minuto 8’, Pavlenka volvió a estar inconmensurable con una parada al estilo de portero de balonmano, por abajo, para sostener al Werder Bremen.
Pese a que en el ecuador de la primera mitad, el equipo de Florian Kohfeldt empezó a sentirse mas cómodo en el encuentro y tomó la batuta, la realidad es que la poca profundidad del Bremen dificultó sus aspiraciones para abrir el marcador. La única aproximación del Bremen sobre la portería de Sommer fue autor de Christian Gross en el 14’.
En la reanudación siguió la misma tendencia. El único jugador que quiso asumir galones en el Bremen fue el extremo Rashica, que en el 50’ y sobre todo en el 56’, estuvo cerca de ’mojar’ en el partido.
Ninguno de los dos estuvo determinante para poder decantar claramente la balanza. Además, al final del encuentro la fatiga y el cansancio hizo mella en los jugadores, imposibilitando jugadas en ataque.
Sólo Neuhaus estuvo cerca de cantar el gol con un disparo medido a de quince minutos para el pitido final, pero el balón salió lamiendo el poste de Pavlenka.
Este resultado le sirve de poco al Bremen para sus aspiraciones a la salvación, pese a que tiene un partido pendiente frente el Eintracht Frankfurt. Para el Gladbach, una ocasión desperdiciada en la lucha de los puestos Champions, ahora en manos del Bayern, Dotmund y Leipzig.
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