Empezar de nuevo es posible


Jaime Alguersuari entrenó duramente desde los ocho años para conseguir un sueño: convertirse en campeón mundial de fórmula 1. Corría en una escudería importante, era una joven promesa y se enfrentaba a los mejores pilotos, pero cancelaron su contrato de repente y eso truncó su carrera profesional. Dos años más tarde consiguió reinventarse como músico. Juan Martín trabajaba como subdirector en la oficina de un banco, pero se aburría enormemente. Decidió probar suerte y lanzarse al mundo de Internet. Estudió por las noches durante meses hasta convertirse en programador. Susana Lozano llevaba 20 años casada, pero soñaba con otra vida. Un día se atrevió a dar el paso. Tras separarse se mudó de ciudad.

Son tres ejemplos de reinvención profesional y personal. Los protagonistas concluyen una fase y comienzan otra. Una reinvención es más profunda que un mero cambio. Tiene mayores consecuencias, ya que afecta a aspectos vitales y requiere altas dosis de coraje y determinación. Con la pandemia es posible que muchas personas se estén enfrentando a la necesidad de reinventarse. El coronavirus nos ha obligado a mirar dentro de nosotros mismos. A revisar muchos aspectos de nuestra vida. Habrá quien haya descubierto apartados que no le llenaban y necesitan hacer algo para remediarlo; otros se habrán visto obligados a reinventarse por pérdidas personales, despidos o dificultades en el trabajo. Sea por un motivo u otro, son momentos para detenerse, reflexionar y tomar decisiones. Veamos algunas claves para dar el paso.

Reinventarse de manera satisfactoria supone enfrentarse a una de las emociones más incómodas que existen: el miedo. Estamos obligados a abandonar nuestra zona de confort y saltar al vacío. El mejor antídoto contra el miedo es la pasión. Es la primera clave de una reinvención con éxito. Recuperar la pasión, o despertarla, solo es posible desde la honestidad con uno mismo. Es lo que le sucedió a Jaime Alguersuari, autor de Reinvéntate (Alienta, 2019). Cuando el piloto terminó de manera abrupta su contrato con una escudería de fórmula 1, y después de haberse dejado la piel por este deporte, comenzó a hacerse preguntas en las que nunca había reparado: quién soy realmente, qué quiero hacer y cuál es mi pasión más allá de las carreras. La reflexión honesta y la recuperación de viejos sueños son ingredientes básicos para lograr neutralizar el miedo y tener pasión por el futuro.

La segunda clave que nos ayudará consiste en no juzgar la incertidumbre como peligro, sino como oportunidad, sugiere el cirujano Mario Alonso Puig, autor de Reinventarse (Plataforma Editorial, 2010). Cuanto más miedo sintamos por la pérdida de la anterior etapa, más difícil será el proceso. De algún modo equivaldría a decir adiós a la nostalgia y abrirnos a la experiencia de lo nuevo o “enfocarse en lo que uno quiere y no en evitar lo que uno teme”, resume Alonso Puig.

Todo lo anterior se logra cuando interiorizamos el aprendizaje en nuestro ADN. Reinventarse significa aprender. Si consideramos que lo sabemos todo y no entrenamos la humildad, es difícil que podamos volver a arrancar en ningún ámbito de nuestra vida de manera satisfactoria. El éxito de los que triunfan es solo la punta del iceberg. Debajo de ella habita un sinfín de horas de formación y de equivocaciones que apenas se ven.

Mirar cara a cara al futuro y a la incertidumbre requiere, además, de altas dosis de creatividad y de imaginación. Cuando uno se reinventa es más importante tener una buena brújula que mapas precisos, ya que estos no existen. El futuro no está escrito en ningún sitio. Tenemos que crearlo y esto solo se consigue con nuestra imaginación y nuestro trabajo, como le ocurrió a Jaime Alguersuari, que se convirtió en DJ; a Juan Martín, que se transformó en programador, y a Susana Lozano, que comenzó a ser una mujer libre. La reinvención significa conocerse a uno mismo desde otra perspectiva y dejarse sorprender por las oportunidades que comienzan a surgir de repente. Si queremos lograr que nuestra reinvención tenga éxito rápido, debemos exponernos. Anxo Pérez, autor de Los 88 peldaños de la gente feliz (Alienta, 2019), afirma que el éxito se encuentra en la sobreexposición. Es decir, si queremos que nos contraten como músicos, como programadores o rehacer nuestra vida sentimental, nos irá mejor si nos damos a conocer. Por eso, en épocas de reinvención es fundamental crear y reforzar nuestra red de contactos para conseguir nuevas oportunidades.

El último ingrediente: confiar en uno mismo. O en palabras de Jaime Alguersuari: “Somos capaces de hacer cosas que ni imaginamos”. Todos tenemos la capacidad para reinventarnos. Disfrutemos del proceso.

Los seis ingredientes de la receta:

— Despertar la pasión para neutralizar el miedo.

— Entender las dificultades como oportunidad.

— Aprender, aprender y aprender.

— Altas dosis de creatividad e imaginación.

— Sobreexposición o darnos a conocer.

— Confianza en uno mismo.


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