La periodista Ana Lilia Pérez Mendoza sostuvo que las redes financieras y las sospechas de lavado de dinero alrededor de los Legionarios de Cristo cuentan con elementos para ser investigadas por la Unidad de Inteligencia Financiera, que encabeza Santiago Nieto.
Las redes de complicidad empresarial que rodean a los Legionarios de Cristo y que protegieron al fundador de la orden eclesial Marcial Maciel aún deben rendir cuentas sobre el encubrimiento que llevaron a cabo en beneficio del fallecido sacerdote católico, coincidieron los periodistas Ana Lilia Pérez Mendoza y Fabrizio Mejía Madrid.
El jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador evadió contestar sobre el informe presentado por los Legionarios de Cristo en el cual admitieron 175 abusos sexuales a menores de edad.
Al respecto, Pérez Mendoza sostuvo que si el mandatario federal habla de un proceso de revolución pacífica, esta tiene que cumplir con varios elementos y uno de ellos es el caso de encubrimiento y abusos que rodean a Congregación.
“El caso de Marcial Maciel no es solo el caso de una figura de la iglesia católica, no es solo uno de los más negros capítulos de la iglesia católica y no es solo un tema de pederastia que fue encubierta, callada desde el entorno Vaticano. No tiene que ver con un tema de iglesia solamente”, señaló durante la Mesa de Análisis de Aristegui En Vivo.
Refirió que uno de los temas que deben discutirse es la protección que recibió la organización por parte del empresariado mexicano, y sobre todo, porque gente cercana al círculo presidencial fue parte de los que en su momento callaron o respaldaron económicamente a la sociedad.
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“No son solo una congregación religiosa, se convirtieron en un corporativo que hizo negocios, una máquina de hacer dinero. De hecho, se atribuye que parte de la protección que se le dio desde el Vaticano tiene que ver precisamente con lo que representaba en términos económicos la Legión de Cristo para la iglesia católica”, advirtió.
“Es un tema que sí se debe abordar sobre todo por los tentáculos financieros que esta organización mantiene. El epicentro financiero es México, pero se habló de todo un mecanismo de lavado de dinero. Marcial Maciel no solo es un abusador de menores. sino un criminal en toda la extensión de la palabra”, abundó.
La escritora acusó que en este caso se habla de una cadena de abusos que solo fueron posibles por la protección y el encubrimiento que tuvo esta comunidad en México. “Fueron más de 60 años en los cuales se callaron estas denuncias que se hicieron públicas en medios de comunicación”.
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Asimismo, se refirió al veto publicitario aplicado en el país por parte de los empresarios que protegían a Maciel, de los cuales dijo, “intentaron callar que se ventilara el asunto a pesar de que la prensa internacional estaba cubriendo ya denuncias ampliamente. Aquí se calló por mucho tiempo”.
“Este es un tema pendiente y no tiene que ver solo con el entorno religioso, sino también con el Estado porque algunos de estos negocios algunos han tenidos estos tintes criminales como el tema de lavado de dinero”, expresó.
“Marcial Maciel hizo lo que hizo porque pagaba grandes dividendos al Vaticano por eso el informe llega tarde y así como los Legionarios de Cristo están admitiendo que es un tema pendiente el que se investigue el encubrimiento, negligencias, omisiones, creo que también es un capítulo pendiente para el Estado mexicano”, añadió.
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Por lo anterior, Pérez Mendoza apuntó que es momento que quienes de alguna manera tuvieron alguna relación con Maciel y su entorno, hagan un “mea culpa” y hablen al respecto.
“Es parte de esa revolución pacífica que plantea el presidente y lo que esperamos también es congruencia en todos los sentidos”.
“Hay complicidades por omisión, es momento de que el empresariado haga su parte, se responsabilice de la parte que le toca”, indicó.
Y afirmó que este caso tiene muchos elementos para ser revisado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que encabeza Santiago Nieto.
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“Los Legionarios de Cristo se convirtieron en una máquina para hacer dinero. Maciel era su principal activo, lo hacían pasar como santo, era lo que se le vendía a quienes aportaban. A partir de ahí, de las donaciones multimillonarias, de la protección de la élite empresarial de este país, se comenzó a desarrollar todo un emporio en donde la legión generaba tantos recursos económicos que era de los principales aportadores al Vaticano y ahí radica el encubrimiento a Maciel”, acotó.
“Tiene todos los elementos para que se haga una investigación de estos nexos que se han tenido a partir de esta organización en esos esquemas que ha presentado Nieto, lo merece”.
Por su parte, el escritor Mejía Madrid aseguró que la idea que ha planteado López Obrador sobre el uso de la religión para pacificar al país tiene un equívoco porque “cuando tú no le pides perdón a tu víctima, sino a un sacerdote, tu relación primordial es con Dios, es decir, le faltaste a Dios y no a la persona a la que perjudicaste”.
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“Hay un equívoco si queremos pacificar al país de los 240 mil muertos del sexenio de Felipe Calderón, los sicarios, narcos, crimen, autoridades policíacas le tienen que pedir perdón a las víctimas no a Dios porque esa relación con Dios no es una relación comunitaria ni humana, sino divina y ahí el estado no tiene por qué meterse”, subrayó.