Los sondeos muestran que prácticamente la mitad de los estadounidenses espera que pronto se produzca otro tiroteo de masas. Ante este dato y el eco de los últimos tiroteos sufridos este verano en Texas y Ohio, cerca de 150 ejecutivos de algunas de las empresas más conocidas del país han reclamado este jueves al Senado de Estados Unidos que apruebe leyes más estrictas en lo que se refiere al control de armas.
“Les escribimos porque tenemos la responsabilidad y la obligación de defender la seguridad de nuestros empleados, clientes y todos los estadounidenses en las comunidades a las que servimos en todo el país. No hacer nada sobre la crisis de violencia armada de Estados Unidos es simplemente inaceptable y es hora de apoyar al público estadounidense sobre la seguridad de las armas”, se lee en la carta que ha compartido el diario The New York Times.
Esta carta representa el mayor esfuerzo conjunto llevado a cabo por la comunidad empresarial dentro del debate sobre las armas que polariza al país y que para algunos está fuera de toda discusión, ya que consideran que una mayor regulación vulnera la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, aquella que allá por 1791 establecía el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas.
En concreto, la misiva urge al Senado en manos republicanas a promulgar leyes que ya han sido presentadas en la Cámara de Representantes por los demócratas, que son allí mayoría. “La violencia armada en Estados Unidos no es inevitable; se puede prevenir. Hay pasos que el Congreso puede, y debe tomar para prevenir y reducir la violencia armada”, indica el documento.
Entre algunas de las empresas más conocidas que suscriben la carta están Uber, Levi Strauss, Airbnb, Gap, Twitter y Royal Caribbean Cruises. Existen grandes ausencias, sin embargo, ya que algunas de las mayores compañías tecnológicas y financieras del país no son firmantes. Apple, Facebook, Google, JPMorgan o Wells Fargo brillan por su ausencia.
Asimismo, hay dos compañías que se han sumado a la iniciativa que levantarán ampollas en algunos círculos políticos de Washington. Thrive Capital, cuyo fundador es Joshua Kushner, hermano de Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump. Y Bain Capital, una firma de capital que tiene como creador al senador Mitt Romney, ex candidato republicano a la Casa Blanca.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, ha dicho que solo impulsará una iniciativa de ley sobre armas si es respaldada por Donald Trump. Los jefes de las empresas hicieron notar que 100 estadounidenses son asesinados diariamente por disparos de armas, y se refirieron a esa situación como una “crisis de salud pública”
El debate por el control de armas se reavivó este agosto con 22 personas acribilladas en una tienda Walmart en El Paso, Texas; otras nueve asesinadas a tiros en Dayton, Ohio; y otros siete fallecidos tras un tiroteo en Odessa, Texas. La muerte de 26 personas, 20 de ellos niños, en Sandy Hook, un colegio de Connecticut, a pesar de ser un revulsivo para la sociedad en 2012 no logró transformar la indignación en leyes que restringieran la posesión de armas.
“Hasta cierto punto, estos directores ejecutivos están poniendo sus negocios en juego, dada la carga política que esto conlleva”, declaró al diario The New York Times Chip Bergh, director ejecutivo de Levi Strauss, una compañía cuyos pantalones vaqueros han sido durante mucho tiempo un símbolo de Estados Unidos. Bergh pasó los últimos días tratando de convencer a sus compañeros para que se unieran a él y a los defensores del control de las armas como Everytown, organización financiada en parte por Michael Bloomberg. “Los líderes empresariales ya no tienen miedo a comprometerse”, agregó. “Los directores ejecutivos están listos para tomar medidas sobre las cosas que podrían afectar a sus negocios y la violencia armada está afectando los negocios de todos justo ahora”.
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