Cuando el descanso estaba por llegar, se armó el jaleo en el Detroit Pistons – Orlando Magic (121-101) de esta pasada madrugada. Andaban Killian Hayes, de los Pistons, y Moritz Wagner, de los Magic, corriendo como dos posesos hacia un balón cuando a Wagner, tirando la piedra pero escondiendo la mano, se le ocurrió mover su cadera para desequilibrar a Hayes…y liarse la Mundial.
El toque del alemán al estadounidense le desequilibró de tal manera que le hizo ‘aterrizar’ sobre su propio banquillo. Uno de los compañeros de Hayes en Detroit, Hamidou Diallo, se percató de las intenciones del pívot germano y le empujó por detrás, antes de que el propio Killian Hayes, cuando ambos equipos y banquillos ya habían empezado a moverse para evitar que la tangana fuera a mayores, asestará un puñetazo a la parte trasera de la cabeza de Wagner.
Aparentemente lo del alemán, que incluso pidió disculpas tras la caída de su rival, parecía un gesto fortuito pero los árbitros decidieron sancionarle de la misma manera que a Hayes y también a Diallo por meterse donde no le llamaban: flagrante 2 y a la calle. Además de la expulsión en el propio partido, se espera también que los implicados en la pelea sean sancionados por la NBA.
La de Moritz Wagner y Killian Hayes fue la tercera pelea del año en la NBA después del puñetazo de Draymond Green a Jordan Poole en los Golden State Warriors y de la ‘melé’, más propia de rugby que de baloncesto, entre Caleb Martin de los Heat, y Christian Koloko, de los Raptors.
Los Pistons, el peor equipo de la liga a día de hoy -último en el Este con 9-28-, se acabaron imponiendo merced, sobre todo, a inmensas actuaciones de Alec Burks (32 puntos con un 10/11 en tiros) y Saddiq Bey, 28 tantos con un 8/16 en lanzamientos. En 14 se quedó Bojan Bogdanovic.
Por parte de los Magic el otro Wagner, Franz -hermano de Moritz-, fue el ‘héroe’ con 19 tantos. Paolo Banchero registró 15 con un pobre 4/12 en tiros tras firmar sólo 4 tantos frente a los Lakers y 11 anotó un Bol Bol, que, en contraste con la pelea, dejó una de las jugadas más bonitas de la noche en la NBA con un mate inverosímil.
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