En Brasil juega Formiga y golea Marta

Marta, en el momento de marcar un gol ante China.
Marta, en el momento de marcar un gol ante China.KOHEI CHIBAGARA / AFP

Con el dorsal ocho y 43 años a la espalda, no era un partido cualquiera para Miraildes Maciel Mota, Formiga. Debía acordarse de su estreno en el torneo, en los Juegos de 1996, entonces con el pelo corto y rizado, teñido de naranja, nada que ver con el largo, liso y negro que exhibe ahora. Los pies, sin embargo, son los mismos y dan la pausa y el criterio en el centro del campo de la selección femenina de fútbol de Brasil. Unos metros más arriba estaba Marta Vieira da Silva, simplemente Marta, de 35 años. Tampoco era una fecha trivial para ella, pues ante China (5-0 para la Canarinha) tenía una cita con la historia. Y antes de que se cumplieran los 10 minutos del primer encuentro, las dos jugadoras ya se habían colado en el olimpo de los Juegos. Una, Formiga, por jugar en siete ediciones distintas y ser la única deportista de equipo en conseguirlo; la otra, Marta, por marcar en cinco.

Un balón suelto en el área le bastó a Marta para festejar su primer gol en Tokio, también su página dorada en los Juegos porque es la única que ha logrado marcar en cinco ediciones distintas. Jarana en las gradas del estadio, pues en Miyagi (al igual que en Ibaraki y Shizuoka) se permite la entrada de miles de seguidores, y desespero para China, que acabó encajando cinco tantos sin poder decir ni pío. Aunque Zambia recibió unos cuantos más de Países Bajos (10-3), los rivales que completan el grupo.

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El partido de Marta, en cualquier caso, siguió y no paró hasta hacer su segundo gol (el tercero para Brasil), lo que le llevó a sumar 12 goles en los Juegos, solo a dos del récord absoluto de su excompañera Cristiane. Aunque es una de las pocas muescas que le faltan por conquistar a la atacante, seis veces escogida la mejor del mundo, también la máxima goleadora de Brasil (113) y de la historia de los Mundiales (17). Buen comienzo para Marta y para la selección brasileña, que todavía no se ha colgado nunca el oro, por más que siempre haya alcanzado las semifinales —cuarta en el 96 y 2000, plata en 2004 y 2008 y cuarta de nuevo en 2016— menos en 2012. Marta y la seleccionadora Pia Dundhage, que conquistó el oro en 2008 y 2012 con Estados Unidos, están en ello. También Formiga.

Jugadora de equipo

Desde que se estrenara la modalidad del fútbol femenino en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Formiga es la única que ha disputado todas las ediciones, las siete. “Nunca me imaginé una foto como esta con ella. ¡Qué privilegio!”, escribió antes de que comenzara el torneo en las redes sociales Gio Queiroz, la joven de Brasil de 18 años, junto a una foto con Formiga. Ella respondía con una sonrisa, pero por algo se le apoda Hormiga, tenaz en el juego y futbolista de equipo como ninguna. Es, supuestamente, la penúltima parada de la centrocampista, que este año dejó el PSG para regresar a Brasil, al São Paulo, a su casa, 21 años después de triunfar entre Europa (Suecia y Francia) y sobre todo Estados Unidos.

Queda por ver si Brasil es capaz de superar a Suecia, que aplastó por sorpresa a Estados Unidos (3-0). También a Canadá o incluso Holanda. Pero a Marta y a Formiga ya no les quitan, de momento, sus récords.

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