El fiscal general de San Luis Potosí, José Luis Ruiz Contreras, afirmó que es cuestión de horas para que sea detenido Fernando Medina, el agresor de un joven de 15 años que trabajaba en un Subway y al que mandó a un hospital tras pegarle en el rostro con los puños cerrados.
“El comisario con el equipo correspondiente está en su búsqueda, es cuestión de horas para que se dé un resultado“, sostuvo.
Al ser cuestionado sobre la solicitud de una Ficha Roja para buscar internacionalmente al agresor, el fiscal aseguró que no hay detalles de que haya dejado el país, pero que independientemente de ello, se puede pedir la notificación de forma preventiva.
“La Ficha Roja se puede emitir para que no salga del país, lo estamos buscando en todos lados por si hay una salida de él, no quiere decir que esté fuera del país y se verificó con autoridades de los Estados Unidos donde se pueda generar una alerta para nosotros. De hecho, la persona no tiene pasaporte“, recalcó.
Ruiz Contreras dijo que no podía dar detalles sobre la orden de captura en contra del agresor, pero reconoció que los delitos que se le imputan están relacionados con atentar contra la integridad física de las personas.
Esto en consideración de su experiencia en la práctica de artes marciales, situación que podría ser un agravante, aunado a que la persona afectada, es menor de edad.
En una entrevista concedida a un medio local, la víctima, Santiago, habló por primera vez del suceso, y mencionó que ya conocía a “El Tiburón Medina” y que siempre lo había tratado mal.
“La primera vez me pidió que bajara música de manera agresiva, grosera, insultándome, a lo cual yo accedo para evitar peleas, justamente”, expuso.
Luego, Santiago narró que el día de la agresión, el lunes 31 de julio, Fernando Medina se negó a ser atendido por él y envió a su acompañante a que levantara el pedido.
Después Fernando, le dio alcance cerca de la barra y comenzó a insultarlo, pero perdió su turno de ser atendido por lo que Santiago le dijo que tenía que volver a formarse.
Narró que fue la cocina a resguardarse, confiado en que solo puede entrar personal autorizado, pero el agresor se metió y empezó a golpearlo.
“Me dejó un golpe que me inmovilizó, no pasó por mi mente que ese tipo fuera a ser tan salvaje y tan feroz. No podía ni abrir los ojos de los golpes, los tenía muy golpeados”, dijo el joven de apenas 15 años.
Su mamá lo obligó a denunciar porque él no quería hacerlo y prefería seguir trabajando pero las heridas lo orillaron a desistir, e ir al hospital.
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