El Bayern ha enlazado cuatro partidos seguidos sin ganar en la Bundesliga, algo que no ocurría desde hace 20 años. El Inter de Milán es séptimo en la Serie A italiana y en Italia ya se habla de “profunda crisis”. Los dos grandes rivales del FC Barcelona en el grupo más difícil de la Champions League están en el punto de mira de sus respectivos entornos. Si en Alemania se sugiere ya el nombre de Thomas Tuchel como posible relevo de Julian Nagelsmann si el técnico del Bayern no corrige su trayectoria en el campeonato alemán, en Italia emparentan las dificultades de Max Allegri en una Juventus desconocida con las de Simone Inzgahi en el Ihter. El técnico ‘nerazzurro’ es responsable de una “profunda crisis de resultados, juegos e ideas”, destacó La Gazzetta dello Sport, rotativo milanés decano de la prensa deportiva europea junto a Mundo Deportivo.
“No son tanto, o no sólo, los puntos dejados en el campo los que evocan la palabra crisis sino los servicios ofrecidos, en absoluto acordes con las inversiones realizadas y muy por debajo del potencial de plantillas que por calidad y cantidad obligan a luchar por el ‘scudetto'”, critican. La derrota (3-1) ante el Udinese del ex canterano barcelonista Gerard Deulofeu, máximo asistente de la Serie A con cinco pases de gol, ha llevado al Inter a una incómoda séptima plaza en la Serie A, con cuatro victorias y tres partidos perdidos. En su análisis, el Inter acusa la marcha de Ivan Perisic, “pero por muy fuerte que sea el croata, su ausencia no es suficiente para explicar por qué el Inter ha caído en este pozo de resultados y de juego”. “Ya no son ni siquiera un equipo físico, porque el Udinese los dominó de principio a fin”, censuró La Gazzetta.
El Inter de Inzaghi “ahora vaga por la mitad de la tabla” y para la prensa italiana “las responsabilidades del técnico son obvias”. “Exigió colaboradores de su plena confianza que no parecen haber dado mucho a la causa”, reprochan. En el partido de Udine, se calificó de “error técnico” cambiar a Alessandro Bastoni y Henrikh Mkhitaryan pasada la media hora, cuando el partido estaba equilibrado. “Un error técnico, capaz solo de alimentar la confusión dentro del equipo. El club creía que Inzaghi podía representar la versión suave, tranquilizadora y menos obsesiva del sistema Antonio Conte, incluido el juego. Pero sin obsesión no hay resultados. El club también se equivocó: por ejemplo, no cerrar la compra de Dybala. Con él sería un Inter diferente”, destacaron.