Bajo estrictas medidas sanitarias por el Covid y opacados por un boicot diplomático por los derechos humanos, los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín arrancaron este viernes.
La ceremonia, que incluye el encendido del pebetero, el mensaje de bienvenida y el tradicional desfile de los 91 países y regiones que compiten, tuvo como escenario el emblemático estadio Nido de Pájaro, donde el país anfitrión recibe a los 2 mil 880 atletas que tomarán parte en esta justa invernal, que reúne 15 disciplinas.
El evento de inauguración, bajo la dirección del cineasta Zhang Yimou, contó con 3 mil artistas, todos ciudadanos comunes como parte de un énfasis en las “personas” y la expansión de la participación en el deporte.
Aunque de menor escala que los Juegos Olímpicos de mitad de año, la edición de invierno fue organizada por una China mucho más próspera, poderosa, confiada y conflictiva bajo la presidencia de Xi Jinping, quien asistió a la inauguración.
La asistencia de público en sí será más pequeña, y los organizadores decidieron el mes pasado no vender entradas para los eventos olímpicos a fin de reducir la propagación de Covid-19.
Desde que el Comité Olímpico Internacional seleccionó a Pekín en 2015, la organización de los Juegos Olímpicos por parte de China generó críticas, y países como Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia organizaron boicots diplomáticos.
Con información de agencias
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