Thierry Correia es el dueño incontestable del flanco derecho de la defensa del Valencia. A sus 23 años, el luso es uno de los grandes valores del club de Mestalla, que hace un año le renovó hasta 2026. Pero esta situación contrasta con el difícil aterrizaje que tuvo en la entidad, a la que llegó en el tramo final del mercado estival de 2019 por la lesión de Cristiano Piccini, como ‘recomendado’ de Jorge Mendes, previo traspaso de 12 millones y sin apenas experiencia en la elite. Sus lagunas pronto fueron evidentes y el jugador ha admitido que necesitó ayuda psicológica para superar ese momento y que sin la ayuda de los compatriotas que entonces tenía en la plantilla no lo habría superado.
“En mi primer año aquí tuve que recurrir a un ‘mental coach’. Salía de entrenar y me ponía a llorar en el coche. Menos mal que tuve cerca a Gonçalo (Guedes) y Rúben (Vezo). Si no es por ellos, no hubiera seguido en Valencia”, ha admitido este martes en una entrevista con Ser Deportivos Valencia.
No ha sido la única referencia que ha hecho a su amigo Guedes. “Tengo una pierna más larga que la otra, pero lo corregimos con unas plantillas. Gonçalo (Guedes) me dice bromeando que cómo puedo ser futbolista andando como ando”, ha comentado.
El luso se ha mostrado encantado de estar en el club y ha admitido que no descarta incluso ser capitán. Tambián ha analizado lo que ha supuesto la llegada de Gattuso para él, que estuvo un par de semanas con Marcelino García Toral, unos meses con Albert Celades, casi una temporada entera con Javi Gracia y un curso completo con José Bordalás.
“Claro que Gattuso ya me ha dado alguna colleja”, ha reconocido entre risas. “Su idea de juego me favorece, jugábamos así en las categorías inferiores del Sporting de Lisboa. Desde que llegué, es el primer entrenador que quiere jugar al fútbol”, ha señalado.
Además, Correia ha asumido el error que cometió la pasada campaña tratando de adelantar su reaparición. “Me faltó experiencia. Quise volver el día del Villarreal, pero aún no estaba bien. Llevábamos siete partidos sin ganar y quería jugar como fuera. Me rompí dos músculos”, ha recordado.