¿En qué consiste el entierro de la sardina y por qué es en carnavales?

¿En qué consiste el entierro de la sardina y por qué es en carnavales?. Uno de los actos que tienen lugar o que marcan el fin de la celebración de los carnavales es el entierro de la sardina que tiene su origen en nuestro país y un significado muy especial ya que de alguna manera vincula o relacional el fin de la «locura» carnavalesca con el comienzo de la Cuaresma. Su celebración se lleva a cabo durante el Miércoles de Ceniza justo cuando se inicia la mencionada Cuaresma y se representa con un curioso funeral en el que se entierra una sardina. Una fiesta bastante curiosa que se ha expandido más allá de nuestro país, celebrándose también en muchos países de Latinoamérica y de la que os ofrecemos a continuación muchos más detalles.

¿En qué consiste el entierro de la sardina?

El carnaval 2022 finaliza hoy martes 1 de marzo, pero todavía queda una importante celebración que no es otra que la del entierro de la sardina y que se produce mañana, miércoles de ceniza. Pero  ¿por qué enterramos una sardina después del Carnaval?.

Para responder eso, debemos dar un paso atrás en el tiempo, a una época en la que gobernaban la superstición y la religión. El entierro de la sardina es una ceremonia que cierra el Carnaval en toda España y en muchos países hispanohablantes. El entierro consiste en un desfile que parodia los ritos funerarios y en el que suele llevarse una sardina a un lugar fuera de la ciudad y se entierra entre muchos signos de luto fingido. Generalmente la sardina se representa de manera simbólica y suele quemarse en lugar de enterrarse realmente.

De hecho, la ceremonia no deja de ser un entierro simbólico al tumulto del carnaval y los largos meses de invierno, y marca el inicio de la Cuaresma y de la siguiente celebración: la Semana Santa.

¿Cuándo comenzó a celebrarse? 

Se cree que la ceremonia del entierro de la sardina en su forma actual comenzó con Carlos III poco después de ascender al trono de España en 1759. El rey Carlos era un creyente solemne en la tradición y alentó las fiestas locales antes de la Cuaresma con la condición de que los aldeanos se aferraran a sus creencias religiosas y deberes después. Cuenta la historia que un Miércoles de Ceniza el Rey mandó marcar el último día de la fiesta madrileña con una gran fiesta en la que se repartiría pescado gratis (sardinas) a todos, y se enterraría toda la carne, simbolizando que no se podía comer carne durante los próximos 40 días. Sin embargo, siendo un día caluroso, y estando Madrid lejos del mar, cuando los cocineros abrieron las cajas de sardinas frescas, el hedor enfermó a todos.

El rey Carlos ordenó con furia que se enterrara el pescado en lugar de la carne en el parque de la Casa del Campo donde se realizaba la fiesta. A partir de ahí, ese entierro se convirtió en una tradición anual que rápidamente se extendió por toda España y de alguna manera reemplazó a las costumbres españolas más antiguas que se celebraban para marcar el final del invierno.

El entierro de la sardina, marca además el comienzo de la Cuaresma, los cuarenta días de abstinencia antes de la Pascua y que arranca precisamente el Miércoles de Ceniza, el mismo en el que se produce el ya famoso «funeral».

La “Ceniza” de este Miércoles proviene de la tradición de quemar las hojas de palma cuidadosamente guardadas del Domingo de Ramos del año anterior, que marca el inicio de la Pascua. Pero el Carnaval siempre se celebra en la quincena anterior al inicio de la Cuaresma.


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