“En San Sebastián estaba en mi salsa”


Eusebio Sacristán (La Seca, 1964) echa de menos los banquillos. Aprovecha el confinamiento para seguir formándose como entrenador con la serenidad y el poso necesario para cuando aparezca un nuevo reto.



¿Cómo la va?

Bien, estoy tranquilo en Valladolid, tratando de llevarlo lo mejor posible aprovechando el tiempo concienciado con la situación.

¿Qué hace?

Cosas que habitualmente no tienes la oportunidad de hacer, algunos cursos, potencio el inglés, actividad física en casa y tratando de estar en contacto con la familia por videoconferencia. Y sigo analizando y estudiando fútbol para el futuro, claro.

¿Ha disfrutado con la Real?

(Risas) ¡Cómo no! Mucho. Sobre todo con el juego y la propuesta valiente y atrevida. Es el equipo de la Liga que mejor combina la efectividad con la vistosidad, tiene un equilibrio muy grande en todas las facetas del juego lo cual le permite tener un rendimiento muy alto durante mucho tiempo a través de un juego atractivo. La temporada está siendo brillante y la valoración de lo que ha hecho el equipo es fantástica.

¿Qué es lo que más le gusta?

El equilibrio creo que es fundamental. Presiona muy bien y aprieta tras pérdida haciendo que el rival no pueda tener la iniciativa. Cuando se repliega también se cierra bien y aporta seguridad permitiendo pocas situaciones de gol, pero la efectividad en ataque está siendo determinante. Imanol está gestionando muy bien todos los recursos.

¿Cree que hay pilares de lo que usted compuso?

Me veo reflejado en el equipo. Hay muchos automatismos que son los que a mí me gustan y traté de aportar al club. Lo que ha conseguido Imanol es que todo eso tenga una eficacia muy grande. La diferencia la puedo notar en defensa, yo trataba de ir más al ataque continuamente e Imanol ha sido capaz de, además de hacer eso a la perfección, saber replegar estando bien juntitos atrás. Es un funcionamiento con el que me siento identificado y traté de trabajar durante mi etapa y en ciertos momentos nos dio muy buenos resultados.

¿Cómo ve a Imanol? ¿Esperaba que pudiese dar ese nivel?

No tenía ninguna duda. Lo que conocía de él es que es una persona muy trabajadora, con una gran mentalidad y que siempre conseguía que su equipo rindiese en distintos escenarios. Siempre piensas en cómo se va a adaptar a Primera en el máximo nivel, a llevar un equipo profesional, pero los síntomas que daba en el Sanse eran buenísimos. Tiene un conocimiento absoluto de la casa y eso es primordial, por su forma de ser y su manera de trabajar, se merece todo lo bueno que le está pasando.

Hablemos de su etapa. ¿Cómo le perjudicó la salida de Yuri e Iñigo?

Fue un proceso porque en la segunda temporada conseguí un nivel altísimo, que era lo que yo buscaba, y la idea era darle continuidad y ganar de la manera en la que ganábamos porque estábamos en una nube. De cara a la siguiente temporada hubo que tomar algunas decisiones que yo no quería y se acabaron marchando piezas. Tuve que reestructurar con gente de la casa y al tener que afrontar tres competiciones sin esas figuras que mencionas la competición nos puso en nuestro lugar.

(…)

Había que rotar mucho y esa base que tan alto nivel dio no estaba tan presente en las alineaciones. En mi reflexión de qué podía haber sido diferente para que tuviese yo una mayor continuidad está eso, mantener o reforzar ese equipo base y no debilitarlo. Estaba en un club importante y con exigencias altas a nivel de resultados. Conseguirlos con chavales de la casa, que han demostrado que tienen la capacidad de poder hacerlo, pero que subían de manera puntual, no era fácil.

¿Llegó a sentir el cariño del club y de la afición?

Mi experiencia fue fantástica, mis recuerdos en Donostia son imborrables, fue vivir un sueño. Por un lado debutar en Primera con la Real y encontrarme con un club muy profesional pero muy familiar donde las relaciones personales eran muy ricas. Tenía el apoyo continuo de todo el mundo: presidente, Loren, que apostó por mí como aposto… En San Sebastián estaba en mi salsa con un grupo de chavales ideales.

Eusebio augura una final de Copa “súper atractiva porque habitualmente no están acostumbrados a este tipo de partidos y para la Real después de tantos años es una oportunidad fantástica para el club y afición”, expresa.

El técnico de La Seca entiende que “parecía algo lejano pero ahora está al alcance de la mano. Por todas las cosas buenas que está haciendo el club creo que es una buena oportunidad”.



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