Líbano.- En medio de las innumerables historias trágicas de la explosión del puerto de Beirut que mató al menos a 170 personas, ha surgido una positiva: la enfermera especializada en atención neonatal, Pamela Zeinoun, estaba trabajando en el ala de maternidad del Hospital St. George cuando vivió en carne propia la explosión.
A través del humo, los techos derrumbados, el equipo médico derribado y los vidrios rotos, Zeinoun rescató a tres bebés prematuros y los llevó a través de los escombros a un lugar seguro, caminando más de 3 millas para encontrar un refugio seguro para ellos.
Las imágenes de cámaras de vigilancia dentro del Hospital St. George capturaron a Zeinoun trabajando segundos antes de la explosión y las secuelas mientras trata de encontrar una manera de rescatar a los bebés.
“¿Dónde están mis bebés, dónde están los bebés? No podía verlos porque todos los bebés estaban cubiertos de escombros. Los agarré, los desconecté, los sostuve bien y salí por esta puerta”, contó en un reportaje publicado por TODAY, de nuestra cadena hermana NBC News.
Dos de los bebés que Pamela salvó eran trillizos, Sedra y Ali. Su hermana Zahra fue dada de alta la semana pasada. La madre de los niños contó que temían lo peor. Encontró la única forma de expresarle agradecimiento a Pamela, un abrazo entre lágrimas.
Ese momento en el reportaje (en inglés) aquí: