Yuki Tsunoda es un piloto muy correoso al que le cuesta controlar su temperamento. Y a veces, pierde los papeles. En su segundo año en la F1, sigue cometiendo errores de novato a medida que va progresando. Tanto es así, que en la pasada carrera de Silverstone no midió bien en su pelea contra su compañero y se tocó con Gasly, motivo por el que Red Bull decidió ponerle un psicólogo. Los nervios siguen pasándole factura al nipón, que en el GP de Austria protagonizó una acción ante Fernando Alonso que nada gustó al asturiano.
El japonés se defendía de Fernando en la segunda recta del trazado austríaco. Alonso tenía todas las de ganar porque iba por la línea interior para preparar la frenada de la curva 3 en mejor posición y con mayor velocidad al disponer de DRS. Sin embargo, Yuki intentó ir echando progresivamente a Fernando Alonso hacia la derecha en plena recta, con ambos acelerando a fondo. Quiso cerrarle para que Alonso levantara el pie. Pero el ovetense continuó con el pie a tabla a pesar de que llegó a meter las dos ruedas derechas en el césped.
Tras adelantar a Yuki, Fernando Alonso le hizo saber inmediatamente lo que pensaba de su acción al nipón con un gesto. Antes de la frenada, a Fernando le dio tiempo de soltar el volante y hacerle un gesto de negación con la mano, enfadado con Yuki.