Enorme alud de tierra deja al menos 8 muertos y decenas de sepultados en Ecuador

Enorme alud de tierra deja al menos 8 muertos y decenas de sepultados en Ecuador

QUITO – Los rescatistas que trabajan en encontrar a 64 personas desaparecidas en el alud ocurrido en Alausí, una población de los Andes de Ecuador, lograron este martes desenterrar tras varias horas de trabajo el cuerpo de una niña sepultada junto a su familia, lo que eleva de momento el número de fallecidos a ocho.

Hasta el momento se han rescatado con vida a 32 personas y hay 23 heridos, además de 22 damnificados, correspondientes a 5 familias que han sido trasladadas a albergues temporales instalados en este municipio de la andina provincia de Chimborazo.

Otras familias, pese a no haberse visto afectadas por la tragedia, han decidido evacuar sus viviendas ante el riesgo de que otro evento similar pueda repetirse luego de que parte de la montaña se derrumbase sobre el sector de Casual.

La niña víctima era hija de Saúl Naula, un habitante de Alausí que desde primera hora de la mañana había señalado a EFE que esperaba ubicar a sus dos hijas, que se encontraban junto a su cuñado y su sobrina en el momento de la tragedia.

La recuperación del cuerpo pudo realizarse gracias a la participación de una excavadora que pudo sacar la gran masa de tierra que los había sepultado.

La maquinaria pesada comenzó a trabajar este martes después de que el lunes las labores manuales a base de pico y pala resultaron infructuosas para remover varios metros de tierra esparcidos a lo largo de más de 24 hectáreas.

Los trabajos de rescate pueden prolongarse durante semanas ante la magnitud del desastre, que ha afectado en principio a 163 viviendas, de acuerdo a los datos proporcionados por la Secretaría Nacional de Riesgos (SGR).

En las labores de rescate participan brigadas de bomberos de ocho ciudades distintas, así como equipos especialistas en rescate, a los que se han sumado personal de otras instituciones del Estado y vecinos del lugar que tratan de ayudar con herramientas manuales.

La eventualidad de esta tragedia ya había sido anticipada ante la aparición desde inicios de diciembre pasado de grietas que, con el paso de las semanas, superaron el metro de anchura en la parte alta de la montaña.

UNA NOCHE MUY LARGA

La escena que revelaba el amanecer confirmaba los peores pronósticos de una noche muy larga en esta población andina, donde los bomberos de Alausí y grupos de voluntarios habían tratado de hacer con palas los primeros rescates.

“Alausí ha perdido demasiado con tantas familias muertas, familias enteras”, señaló a EFE Susana Llamuca, presidenta de los barrios afectados, quien guarda pocas esperanzas de que se puedan encontrar con vida a los desaparecidos.

Mientras, otra vecina que caminaba para tratar de encontrar la ubicación de las casas de sus conocidos y allegados, aseguró a EFE que “deben de haber muchas personas debajo”.

PRESIDENTE LLEGA A LA ZONA

A última hora del día llegó a la zona el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, quien pidió guardar la esperanza en encontrar aún algunas personas con vida.

En caso contrario, el mandatario garantizó hacer todo lo posible para recuperar los cuerpos y entregarlos a sus familiares.

En una improvisada declaración cerca de la “zona cero”, los vecinos pidieron al jefe de Estado que agilice las ayudas estatales y la llegada de maquinaria pesada, pero este señaló que puede ser contraproducente entrar con esos vehículos en un terreno aún inestable.

El evento se registró este sábado en la provincia del Guayas, en la zona costera de Ecuador.

RESPUESTA NACIONAL

A la emergencia han acudido bomberos de ocho ciudades del país y equipos de búsqueda y rescate (USAR) de Quito y Cuenca, que junto a vecinos y personal de otras instituciones del Estado tratan de retirar escombros y hallar señales de vida.

Por eso, a veces, los rescatistas piden que se haga silencio absoluto para intentar escuchar alguna señal de eventuales supervivientes.

Allí andaba también Jacob, un perro que conmovió por su desesperación al intentar escarbar en el inmenso alud con el instinto de encontrar a su familia sepultada por el deslizamiento. Olfateaba y escarbaba, sollozaba y esperaba a que alguien le devuelva a los suyos.

UNA TRAGEDIA AVISADA

Los indicios de que el enorme corrimiento de tierra iba a suceder venían dándose desde los primeros días de diciembre de 2022, cuando comenzó a hundirse la carretera E35 y aparecer grietas que con el paso de los días llegaron a ser de más de un metro de ancho.

La Secretaría Nacional de Riesgos aseguró en su reporte haber cursado el 11 de marzo al gobernador (delegado del Gobierno) de Chimborazo y al alcalde de Alausí un informe técnico que recomendaba y pedía la evacuación de la población, entre otras medidas.

Incluso el mismo día de la tragedia autoridades locales habían hecho por la mañana un recorrido para inspeccionar el estado de las grietas y alertar a los vecinos de la zona de la situación de potencial peligro para sus vidas.

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