Enrico Letta acepta liderar el Partido Democrático italiano


El ex primer ministro de Italia Enrico Letta vuelve a la escena política italiana. Siete años después de su caída, cuando Matteo Renzi lo derribó para hacerse con su puesto, regresa al Partido Democrático (PD) para tratar de recomponer una situación de crisis total. La dimisión repentina del actual secretario general, Nicola Zingaretti, ha obligado al partido a buscar un golpe de efecto con una figura contrastada que pueda revertir el clima de desilusión y caída en los sondeos de los últimos días. Letta, un hombre de contrastada experiencia y conocimientos, coinciden en el PD, es la figura perfecta.

Letta se había dado 48 horas para decidir si aceptaba la petición ―casi súplica, dada la situación en la que se encuentra su partido― de intentar reconstruir el bloque socialdemócrata. “Estoy aquí donde el lunes pasado nunca habría nunca imaginado para presentarme como guía de aquel partido que contribuí a fundar y que hoy vive una crisis profunda”, explicó en un vídeo colgado en su cuenta de Twitter. “Lo hago por amor a la política y por pasión por los valores democráticos”.

Letta ha pasado los últimos años dedicado al mundo universitario. Hoy es decano de Asuntos Internacionales en la prestigiosa Sciences Po de París y presidente del Instituto Jacques Delors. Pero también dirige el foro Italia-España, que lleva dos décadas celebrándose. El político, de 54 años, hablará el domingo en la Asamblea que celebrará el PD para elegir al sucesor temporal de Zingaretti en vista del próximo congreso general que está previsto para 2023. “Creo en la fuerza de la palabra, en el valor de la palabra. Pido a todos los que el domingo voten que escuchen mis palabras y que voten sobre la base de mis palabras, sabiendo que yo no busco la unanimidad. Busco la verdad en nuestras relaciones para salir de esta crisis y mirar lejos”, apuntó.

La elección de Mario Draghi como primer ministro fue la última estación a la que fue capaz de llegar Zingaretti antes de su dimisión, las tensiones internas y la lucha por acaparar puestos terminaron con la paciencia del último secretario general. Zingaretti ha insistido este viernes en una entrevista en Rai 1 en que su renuncia “no fue un capricho” y que había llegado al punto en el que no se veía “de utilidad” ni para la formación ni para Italia en su conjunto. Zingaretti ha señalado: “Es el momento de redefinir nuestra identidad”.

El regreso de Letta confirmaría la extendida tradición de los primeros ministros italianos de no marcharse nunca del todo. En las próximas semanas se dará la circunstancia de que los cuatro principales partidos en número de parlamentarios que conforman el apoyo a Mario Draghi (M5S, Italia Viva, Partido Democrático y Forza Italia) estarían liderados por expresidentes del Consejo de Ministros: Giuseppe Conte, Matteo Renzi, Enrico Letta y Silvio Berlusconi, respectivamente.


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