En las últimas semanas han sido muchas las palabras que han podido ajustarse a la complicada relación que están viviendo Paloma Cuevas y Enrique Ponce tras anunciar su separación, pero hay una por la que la expareja parece apostar con mucha fuerza: «coordialidad». Además de por el bien de las dos hijas que tienen en común, la empresaria y el torero parecen querer seguir manteniendo algún que otro lazo, como ha quedado claro este mismo fin de semana en el que ha tenido lugar un evento muy señalado, el cumpleaños de Paloma.
Este viernes, la cordobesa volvió a retomar su agenda social para celebrar su 48 cumpleaños -el primero separada-, algo que hizo rodeada de un restringido grupo de amigos. Y también de su ex, Enrique Ponce. Nada hacía apuntar que estarían juntos en ese día, pero el valenciano decidió acercarse para desear a la madre de sus hijas un feliz día. La cita tuvo lugar en casa de unos amigos que tienen en común y, si bien se ha dicho que cenaron juntos, lo cierto es que no fue así. El diestro fue a felicitar a Cuevas ex profeso, según ha explicado a Look Paloma García-Pelayo, quien adelantó la noticia en ‘El programa de Ana Rosa’. “No se quedó a la cena, pero si fue a felicitarla y es un dato más para afirmar que la relación, pese al próximo divorcio, es más que cordial», apunta la periodista.
Hace unos días fue el propio Enrique quien confirmó a Toñi Moreno que la relación familiar que mantiene con su todavía mujer seguirá así en el futuro y que, pese a lo que se ha publicado, ninguno de los dos se plantea una anulación matrimonial.
Y eso que Ponce está viviendo uno de los momentos más dulces de su vida de la mano de su actual pareja, Ana Ponce, a quien no deja de dedicarle gestos de amor en las redes sociales. Este domingo, sin ir más lejos, ha tenido lugar el último de ello cuando, en plena faena, el de Chiva, con el toro a apenas unos centímetros, dibujó en el albero con su espada la ‘A’ de Ana, mostrando una gran valentía.
La expareja está viviendo estas semanas de dos maneras totalmente opuestas. La empresaria ha optado por refugiarse en su hogar, su familia y sus hijas, que son lo más importante en estos momentos, Enrique Ponce no ha dejado de presumir de su historia de amor con Ana. Junto a ella se ha dejado ver disfrutando del mar, durante sus festejos taurinos y, sobre todo, en las celebraciones posteriores, donde han llegado a dar rienda suelta a la pasión.