Si el culebrón del confinamiento fue el tórrido romance entre Alfonso Merlos y Alexia Rivas, el del verano lo protagonizan Enrique Ponce y Ana Soria. Desde que a mediados de esta semana se empezase a hablar de la separación del torero con Paloma Cuevas y de su nueva ilusión sentimental, todo el mundo está pendiente de cualquier novedad al respecto. Ninguno de los dos había confirmado oficialmente una relación que parece un secreto a voces. Hasta ahora.
El abuelo y la tía de Ana Soria han admitido que la joven está saliendo con el veterano torero. El programa ‘Viva la Vida’ se ha desplazado hasta una pequeña tienda que regentan ambos en la Almería natal de ambos para charlar con ambos miembros de la familia de ella. José Luis es el abuelo y no dudó en atender a la reportera del espacio de Emma García con suma amabilidad. Está encantado de que su nieta haya empezado a compartir su vida con el diestro, sin importar los casi 30 años de edad que les separan: «Me parece muy bien que esté con Enrique Ponce. Estoy muy contento porque ahí está su felicidad y eso es lo que más me importa».
Lo que nadie esperaba es que una persona del círculo íntimo de la estudiante de derecho hablara con tanta naturalidad del diestro: «A mí Enrique Ponce me cae muy bien. Le he seguido porque soy aficionado a los toros, me encanta la relación porque él es un caballero y una persona excepcional. No le conozco en persona pero he hablado con él un par de veces». Más sincero, imposible.
José Luis define a su dieta como una persona «muy buena, estudiosa, trabajadora, ordenada… lo tiene todo. Es una persona que nunca ha creado un problema a la familia, que se lleva muy bien con sus padres». El abuelo de la almeriense desvela que la novia de Ponce le ha hecho una promesa a sus padres: «Le ha prometido a su padre que va a acabar la carrera de derecho porque quiere dejarle a sus dos hijos el bufete de abogados que tiene aquó en Almería».
Una de las grandes preguntas en el aire es saber dónde se encuentra Ana Soria. Desde que estallase su romance con Enrique Ponce, ninguno de los dos se ha dejado ver. El abuelo tampoco lo sabe: «No tengo ni idea, de verdad, yo estoy a mi trabajo y a mis cosas. Mi nieta viene a la tienda, le da un beso a sus abuelos y poco más.