Los frutos rojos y los tomates están hechos para ir juntos por la vida, no tengo ninguna duda de eso. Comparten características como un agradable equilibrio entre lo dulce y lo ácido,se vienen arriba cuando los aliñas y además su temporada coincide en este momento en el que la primavera ya huele a verano, y apetecen ensaladas y sopas frías en las que podemos combinarlos sin cortarnos un pelo.
Aunque las frutas rojas son delicadas y sensibles al calor, y hay que conservarlas en la nevera, su sabor y aroma son mucho más potentes cuando están a temperatura ambiente. Como tampoco son muy grandes, con sacarlos de la nevera media hora antes de comerlos será más que suficiente, y así no les da tiempo a ponerse pochos. Si no tienes frambuesas y arándanos a mano puedes usar moras, fresas o cerezas. También puedes usar los tomates que prefieras y ofrezca la temporada, a mí me gusta mezclar siempre más de una variedad. Respecto al queso, tres cuartos de lo mismo: puedes usar casi cualquiera, de hecho la receta es perfecta para reciclar alguno que se haya secado un poco y sea difícil cortar para tabla o bocadillo. Solo tienes que usar un pelapatatas o una puntilla, armarte con un poco de paciencia y sacar lascas finas que aporten una mordida agradable.
En lugar de añadir el sabor del tomillo a la vinagreta a través de una infusión en el aceite, usaremos un método más rápido y que deja un sabor herbal más fresco: aplastarlo en un mortero con el vinagre y un pellizco de sal, dejarlo reposar solo unos minutos, removiendo de vez en cuando, y colar. También podemos usar esta técnica para aprovechar esos restos de menta, albahaca o cilantro que amenazan con languidecer en la nevera, que siempre quedan después de usar solo una parte del manojo.
Dificultad
Absolutamente ninguna.
Ingredientes
Para 4 personas (como primer plato ligero o acompañamiento)
Para la vinagreta
- 80 ml de aceite de oliva virgen extra
- 2 o 3 ramas de tomillo fresco
- Sal
- Pimienta
- 60 ml de vinagre de manzana, jerez o al gusto
Además
- 700 g de tomates variados (yo usé raf y cherry de pera)
- 100 g de arándanos
- 100 g de frambuesas
- 100 g de queso curado al gusto (yo usé Comté de 36 meses)
- Unas hojas de tomillo fresco (opcional)
Preparación
- Preparar la vinagreta, aplastando el tomillo con un poco de sal en un mortero, añadir los 50 ml del vinagre escogido y aplastar un poco más. Dejar reposar unos 15 minutos, aplastando dos o tres veces más en el proceso.
- Colar el vinagre y apretar un poco las hojas con una cuchara para sacar toda la esencia. Mezclar la cantidad de vinagre deseada -se puede guardar el resto en un tarrito en la nevera- con el aceite, sal y pimienta.
- Trocear los tomates y mezclarlos con las frutas rojas, cortando algunas por la mitad para conseguir diferentes texturas.
- Añadir el queso en lascas, trocitos más bien cuadrados o una mezcla de las dos texturas, aliñar con la vinagreta, añadir unas hojas tiernas de tomillo si se quiere, remover bien y servir.
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