Una buena parte de jugadores y entrenadores del basket de élite europeo se vienen pronunciando desde hace años en favor de una ampliación del ancho de la pista. Al retrasar la línea de tres a los 6,75 (desde 2010), los espacios en las esquinas han resultado difícilmente practicables para jugadores de cada vez más tamaño, lo que se traduce en pérdidas por pisar la línea lateral o, sencillamente, en la disuasión por parte de algunos ataques del uso de esos espacios.
Las opiniones a favor de esa necesidad de cambio parecen amplias, la cuestión está en cómo se realiza o si va a ser posible. Así se pudo comprobar en el III Simposio de la Fundación Aíto que tuvo lugar el pasado viernes en el Círcol Catòlic de Badalona con presencia de diversos profesionales de prestigio y leyendas de las canchas en platea. Aíto García Reneses, Ettore Messina, Ricky Rubio o Laia Palau fueron algunos de los que participaron en una interesante mesa redonda de alto nivel.
“La cancha se queda pequeña para jugadores de primer nivel, eso está claro, pero hay un problema enorme de instalaciones, sobre todo de instalaciones”, opinaba Ettore Messina, técnico del Armani Milan. “En este momento no es posible. Podremos hablar hasta mañana pero a corto plazo no hay forma de arreglarlo”, asegura señalando que las dimensiones de las instalaciones en categorías de base complican la aplicación inmediata.
Para Aíto la situación también es complicada pero “no nos podemos quedar anclados en el pasado y si necesitas más espacio en una instalación con problemas de espacio se trataría de eliminar la primera fila”, sentencia.
Tanto en este tema como en tantos otros, la cuestión se ha puesto encima de la mesa en las competiciones de clubs, como decía Richard Stokes, director de arbitraje de Euroliga: “Es un tema que se ha discutido con entrenadores en las reuniones que se han hecho con ellos pero no podemos ir por libre”, añade señalando la necesidad de consenso con FIBA y las Federaciones.
“Hemos de entender que las cosas de palacio van despacio. Tuvimos el mismo debate sobre la necesidad de que los árbitros tocaran el balón hace cuatro años y ahora la ACB, con el permiso de FIBA, ha logrado eliminarlo”, apuntillaba Aíto, celebrando el último cambio sobre saque de banda rápido que se implantará en ACB.
Laia Palau se unía a los que piensan que “para todos ha de ser lo mismo” y que crear distintos anchos de pista por categorías resultaría un desorden si bien Aíto no lo ve mal al señalar que actualmente coexisten la línea de tres del reglamento FIBA y el del pasarela en muchas pistas.
Con Euroliga y FIBA pendientes de resolver su conflicto acerca de aspectos como la armonización de calendarios se hace complicado pensar cómo podría haber sintonía para poner a prueba nuevas reglas al estilo de cómo suele hacer la NBA con la G-League, por ejemplo.
Recuperar la figura del pívot
La necesidad de recuperar el juego interior y el protagonismo de los pívots con capacidad para jugar de espaldas al aro también fue un tema de debate, en el que surgieron más visiones contrapuestas. “En la NBA el pívot apenas bloquea y sigue para las continuaciones”, razonaba Ricky Rubio, que intervino online desde Cleveland donde está realizando ya los primeros entrenamientos en solitario tras superar su lesión de rodilla. “Su papel se ha visto muy reducido y es que aquí hay mucho analítico que ha visto la rentabilidad de lanzar más de tres y eso ha limitado el papel de los pívots”, añade.
Los participantes coincidieron en la incidencia del criterio arbitral, más permisivo con las defensas interiores que con las exteriores, lo que ha reducido el papel del pívot jugando cerca del aro. El árbitro José Antonio Martín Bertrán incluso apuntaba a la autocrítica y a la necesidad de “hacer un esfuerzo para que el criterio sea el mismo” aunque también señalaba a la aparición del ‘flopping’ como distorsión por parte del jugador, para simular como falta contactos que no lo son.
“El juego interior en Europa no ha desaparecido”, apuntaba Messina. “En Europa cada posesión tiene un gran valor, más que en la NBA donde además hay muchos cambios defensivos. En Europa, si un equipo necesita equilibrio debe jugar dentro, sea para un grande o un alero con capacidad para hacerlo como Kalinic o Deck. Por lo menos, se decide atacar el cambio”, apuntaba el técnico italiano.
Desde la platea llegó la reflexión del legendario técnico Miquel Nolis que, enlazando con la necesidad de abrir espacios, proponía reducir el ancho de la zona de tres segundos para que los interiores tuvieran menos limitaciones y pudieran recibir más cerca del aro.
El eterno debate de la falta táctica
A la hora de entrar en el debate sobre la falta táctica, el director de arbitraje de Euroliga, Richard Stokes, explicó los cambios que se han introducido en el criterio de los árbitros y que, básicamente, hacen referencia a las faltas antideportivas cuando hay contacto, por detrás o lateral, de jugadores con balón y camino libre hacia el aro. En este sentido, Ricky Rubio apuntó que “no queremos que se pare tanto el juego para ir al ‘replay’. Igual que ahora en ACB se limita el challenge de los entrenadores podría limitarse el de los árbitros”.
Aíto también sugirió que “en la mesa haya alguien que facilite la elección de la toma para que no se pierda tanto tiempo aunque eso supondría invertir recursos económicos”.
En el turno de preguntas y sugerencias desde plantea, Laia Palau habló de la situación del basket femenino en relación a esta necesidad de cambio que en su opinión casi resultaría más necesario en las estructuras que en las reglas para acercarlo a la profesionalización. “La realidad del basket femenino es que sigue siendo precario en estructuras y muchos equipos no están preparados”, dijo. “Yo apostaría por una liga más corta y poderosa, que estén en ella los clubs que puedan estar”, sentenció.
La intervención de Salvador Alemany, ex directivo responsable del Barça, se centró en el análisis del interés del aficionado y en los ingredientes que deben concurrir para que éste se incremente. Alemany señaló los resultados, el espectáculo y la vinculación emocional como elementos clave para generarlo. “Hay vinculación emocional en la medida en que haya un ‘link’ entre jugadores y público y esto, que está desapareciendo, es genuinamente europeo”, dijo para recuperar la idea de un ‘ranking de identidad’ para valorar el éxito de los clubs a la hora de tener impacto social.
Miquel Nolis, uno de los homenajeados, intervino también en el Simposio
El Simposio finalizó con la entrega de dos premios para reconocer la trayectoria de Miquel Nolis y María Planas como forjadores de jóvenes jugadores a lo largo de su carrera técnica. Dos leyendas indiscutibles de los banquillos.
Echa a andar el proyecto de Copa Universitaria
Aprovechando la celebración del Simposio, la Fundació Aíto García Reneses presentó el proyecto de Copa Universitaria, una competición que ha impulsado este ente, inicialmente con algunos apoyos federativos. “La Copa Universitaria nace en base a la necesidad de que eche a andar un proyecto después de cuatro años de debate sobre el mismo”, explica Ferran Márquez, director de la Fundación. “En este sentido nos reunimos con todas las 12 universidades catalanas y las 16 de Madrid para poner en marcha una competición que sea disruptiva y que no interrumpa las que ya hay en marcha”.
La idea se traduce en una Final a Ocho en Catalunya y otra en Madrid enfrentando a equipos de las universidades implicadas. La catalana se celebrará en Balaguer entre el 9 y el 11 de diciembre y la de Madrid será el fin de semana siguiente con la intención de que pueda ser en Magariños, algo que todavía se está negociando. El comisionado del torneo será Eduardo Portela.
“La idea es trabajar con la universidades para acabar con el tópico de que un jugador con 17 años ya está formado, algo que no es cierto”, apunta Marquez, que también subraya el interés por ofrecer una alternativa a los jóvenes para evitar el éxodo hacia el basket universitario estadounidense, una tendencia al alza los últimos años.