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Entrenadores, managers, psicólogos: las otras profesiones que se abren paso en los deportes electrónicos


A David Rodríguez le dolía mucho el antebrazo cuando jugaba dos o tres partidas. Pronto tuvo claro que esa epicondilitis le impediría competir, pero los deportes electrónicos ―competiciones de videojuegos― a los que se dedicaba, le dieron otra oportunidad. Empezó a asesorar a amigos y a otros jugadores, al principio de forma casual, luego con regularidad. “Se fue corriendo la voz de que yo hacía ese tipo de sesiones hasta que un día llegó hasta Mad Lions y me ficharon, porque sabían ya cómo trabajaba”, cuenta. Con solo 22 años —una edad aún para ser jugador— es segundo entrenador del popular videojuego League of Legends en este club con sede en Madrid.

Su caso demuestra que la incipiente industria de los deportes electrónicos puede dar trabajo a más personas, aparte de los jugadores. El sector moverá 1.084 millones de dólares en 2021, según las previsiones de la analista especializada Newzoo, un 14,5% de incremento respecto a 2020. La audiencia también crecerá, un 10% hasta los 728,8 millones de espectadores. Y parte de esta actividad económica está arropada por esas nuevas profesiones, como director deportivo de un club, managers, personal médico, psicólogo deportivo o representante de jugadores.

El 2019 Esports Jobs Report, el último informe que ha publicado la plataforma de empleo en videojuegos Hitmarker, estimaba en 9.705 el número de trabajadores pagados en deportes electrónicos en 2019 en todo el mundo. Es una cifra aún discreta, pero supone un incremento de 111,39% respecto al año anterior. La pandemia ha frenado el impulso pero no ha cambiado la tendencia general. David Alonso, director deportivo de Vodafone Giants, es tajante: “El sector ha cambiado completamente. Se ha profesionalizado muchísimo. Cada vez hay perfiles más formados, gente incluso que viene de otros sectores y se interesa por los esports para trabajar en esa industria. También hay muchas marcas interesadas. Y se ha vuelto un entretenimiento mucho más popular”.

Dentro de esas nuevas profesiones, el puesto de Rodríguez como entrenador es de los primeros que se vienen a la cabeza. “Trabajo mucho individualmente con los jugadores y también procuro que se entiendan entre ellos dentro de la partida. Porque en el League of Legends hay diferentes posiciones y unos no conocen la del otro, así que trabajo para que entiendan los problemas que tiene cada uno dentro de la partida”, explica. También estudia al equipo rival y a sus jugadores, para elaborar un plan de juego específico para cada partida.

Las funciones recuerdan mucho a las de un entrenador de fútbol o baloncesto. Algo parecido a lo que ocurre con la misión de Alonso como director deportivo. “Soy el responsable de buscar talento, de las negociaciones con ese talento, de contrataciones. Pero como tengo formación como entrenador, también ayudo en la gestión de ese talento para desarrollar equipos desde abajo o ayudar a nuestros propios entrenadores para crear la mejor atmósfera posible”. Lleva desde 2017 en dicho cargo, pero antes se dio a conocer como entrenador durante tres años. Cuando Alonso empezó a jugar a los 14 años ni siquiera había un entorno profesional en el que competir.

Luis Cardona es preparador físico en Mad Lions. Estudió Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CAFD) e hizo su Trabajo de Fin de Grado (TFG) sobre preparación física en deportes electrónicos. Encontró muy poca investigación sobre el tema y tuvo que extrapolar conocimientos de otros campos. Pero el esfuerzo dio sus frutos. “Cuando terminé la carrera presenté mi currículum y mi TFG a todos los clubes de la liga nacional. Al día siguiente me llamaron de Mad Lions, que justo buscaban preparador físico”, relata.

Cardona lleva dos años de preparador físico, aunque antes lo había sido en otros deportes. Se encarga de cuidar el estado de salud de los jugadores y prevenir las lesiones. “Antes de cada entrenamiento del videojuego hacemos un calentamiento, de unos 10 o 15 minutos. Si ya han hecho algo de gimnasio por la mañana lo hago más específico de las zonas que involucra el estar sentado y el estar moviendo el ratón y usar el teclado. Si no han tenido gimnasio por la mañana intento que sea algo más genérico, en el que muevan todas las articulaciones”. También da pautas para la nutrición y el descanso de los jugadores.

A Jaime Callejas (Sens) el puesto le surgió sobre la marcha. Él había estudiado psicología, había trabajado en el ámbito clínico y se había introducido en la neurociencia. Pero en aquel momento no encontraba trabajo. Esta época coincidió con el lanzamiento de un título nuevo, Overwatch, y Sens empezó a jugar para hacerse conocido. Había jugado desde pequeño y sabía que destacaría pronto. En efecto, le llamaron de Movistar Riders para dirigir como entrenador un equipo de este videojuego y cuando el club decidió no continuar con este proyecto le ofrecieron otro trabajo. “Me ofrecieron quedarme allí y trabajar como psicólogo del club. Fue todo aprender sobre la marcha”, recuerda.

Habilidades para rendir bajo presión

Sens es de los pocos que pasa de los 30 años de edad en una industria que se nutre de gente muy joven. En su caso, lleva cuatro años y medio ejerciendo como psicólogo deportivo de deportes electrónicos. “Enseño a los jugadores habilidades que necesitan para rendir bajo presión, en competiciones. Y cuando tienen un bajo rendimiento les ayudo a identificar qué es aquello que les está haciendo rendir peor y trabajamos sobre ello”, explica. “Pero el rendimiento tiene muchas áreas, desde hábitos de vida, gestión emocional, gestión del estrés, cómo lo que pensamos afecta a nuestras emociones, cómo nuestras emociones afectan a los que pensamos”, incide.

En España, el sector cada vez demanda más trabajadores. El pasado año se facturaron 27 millones de euros, según AEVI (Asociación Española de Videojuegos), un bajón respecto a 2019 (35 millones) debido a la pandemia. Sin embargo, los empleados en esta industria pasaron de 600 personas a 800. De estos, hay 590 contratados por equipos profesionales de los que 270, menos de la mitad, son jugadores.

También en Movistar Riders está Raquel Esperanza (RachelGin), que trabaja como manager en un sector donde prevalecen los hombres. Empezó de forma amateur. Ayudaba a algún equipo cuando tenía la oportunidad y se daba así a conocer, hasta que la llamó el equipo. Con los deportes electrónicos aúna sus dos pasiones: los videojuegos —sus padres ya jugaban con ella a la Xbox — y la organización de eventos. “Soy el nexo entre el club y el equipo a nivel de competición”, comenta. Cada club suele tener varios equipos, cada uno compite en un videojuego diferente. “Mi función es informar sobre todo en lo que estamos compitiendo, informar al equipo de broadcasting [retransmisión] para que compren los derechos si quieren emitir y mantener informado al equipo de redes”.

Desde Budapest, donde ha viajado para acompañar al equipo de CS:Go en un torneo presencial, RachelGin cuenta cómo su trabajo es esa parte a veces invisible que asegura que todo salga bien. “A nivel deportivo gestiono el calendario”, señala. “En los inicios había que buscar todas las invitaciones a torneos y meterlas dentro de un calendario, para que el equipo escalara rankings. Yo tenía un equipo muy bueno, que me facilitó mucho meterlos dentro de una escena muy competitiva”.

En el mundo de los deportes electrónicos ya hay incluso representantes. La empresa de Álvaro Vázquez, CEO de Algon Games, hace esta labor. “Es muy parecido a las agencias de representación de futbolistas. Si tiene cualquier problema o cualquier reclamación o gestión con el club, nosotros le asesoramos a nivel jurídico”, destaca. “Nuestros jugadores empiezan a partir de los 16 años y muchas veces hay mucho desconocimiento”. Incluso por parte de los padres, que en esas edades tutelan la actividad del jugador. También negocian cláusulas de recisión para tranquilidad de los clubes. Gestiones que de otra forma tendría que hacer el jugador por su cuenta.

El sector de los deportes electrónicos tiene las puertas cada vez más abiertas a perfiles diferentes. “En puestos de oficina, dentro del cuerpo técnico de un equipo o de gestión de equipo te puedes ganar la vida”, reflexiona David Alonso, el director deportivo de Vodafone Giants. “Se les da mucho valor a las personas que están detrás de los equipos, tomando decisiones y ayudando al funcionamiento de las diferentes divisiones dentro de un club”. Y aclara que sí, que también se refiere a valor económico.

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