Enviada especial de ONU para Myanmar llama al Consejo de Seguridad a evitar baño de sangre

Enviada especial de ONU para Myanmar llama al Consejo de Seguridad a evitar baño de sangre

La enviada especial de Naciones Unidas en Myanmar, Christine Schraner Burgener, instó el pasado miércoles al Consejo de Seguridad de la ONU a actuar ante la violencia militar en el país asiático, ya que ha considerado que “un baño de sangre es inminente”.

“Las dudas del órgano más poderoso de la ONU provocarían un mayor deterioro de la situación en el país del sudeste asiático”, dijo la diplomática durante la reunión del Consejo de Seguridad a puerta cerrada para abordar esta crisis.

“Hago un llamamiento a este Consejo para que considere todas las herramientas disponibles para tomar una acción colectiva y hacer lo que es correcto, lo que el pueblo de Myanmar merece y evitar una catástrofe en el corazón de Asia”, dijo.

Asimismo, declaró que teme que la situación en el terreno empeore ya que la junta militar está decidida a consolidar su control ilegal del poder por la fuerza.

Tras conocerse estas declaraciones, la enviada especial de la ONU compartió en Twitter una foto con la que fuera líder de facto de Myanmar, Aung San Suu Kyi, quien fue arrestada en el golpe de Estado del pasado 1 de febrero.

Junto con la fotomencionó que sus declaraciones ante el Consejo de Seguridad en las que ha instado también a la liberación de Aung San Suu Kyi y de todos los detenidos desde el golpe así como ha deseado “discutir” con la líder birmana de nuevo cómo revisar la Constitución.

Al menos 538 civiles han muerto en las protestas, 141 de ellos el sábado, el día más sangriento de los disturbios, según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos (AAPP). Medios informaron dos muertes más el jueves, cuando los manifestantes volvieron a las calles en varias ciudades.

Myanmar se ha visto sacudida por las protestas desde que el ejército derrocó al gobierno electo de la premio Nobel Aung San Suu Kyi el 1 de febrero, citando acusaciones infundadas de fraude en las elecciones de noviembre.

Suu Kyi y otros miembros de su Liga Nacional para la Democracia (NLD) están detenidos.

La junta la ha acusado de varios delitos menores, incluida la importación ilegal de seis radios portátiles y la violación de los protocolos del coronavirus, pero un medio de comunicación nacional informó el miércoles que podría ser acusada de traición, lo que podría acarrear una pena de muerte.

Pero uno de sus abogados, Min Min Soe, dijo que no se anunciaron nuevos cargos en una audiencia en su caso el jueves. Los abogados de la depuesta líder han dicho que los cargos que enfrenta son falsos.

Con información de Reuters y Europa Press




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