El enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Sung Kim, llegará este fin de semana a Seúl para evaluar las últimas tensiones con Corea del Norte, que ha amenazado con desatar una “crisis de seguridad” en respuesta a los ejercicios militares conjuntos estadounidenses y surcoreanos de esta semana, que Pyongyang interpretó una vez más como una amenaza implícita contra el país.
De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Exteriores surcoreano recuperado por Bloomberg, Kim comenzará una visita, de cuatro días y la segunda de este verano, el próximo sábado, para conversar con las autoridades surcoreanas sobre los temas habituales, como el atascado proceso de desnuclearización de Corea del Norte, y el estado actual de las relaciones entre los dos países vecinos.
En este sentido, cabe decir que Seúl logró un raro momento de aperturismo a finales del mes pasado al conseguir la reapertura de los canales de comunicación con Pyongyang, aunque las autoridades norcoreanas pidieron no extraer conclusiones precipitadas sobre esta decisión. Sin embargo, sí que pidieron la anulación de los habituales ejercicios militares entre Corea del Sur y Estados Unidos como gesto de buena voluntad.
La celebración de los mencionados simulacros provocó una nueva queja norcoreana contra Corea del Sur y Estados Unidos, quienes “se darían cuenta de la peligrosa decisión que tomaron y de la grave crisis de seguridad a la que van a enfrentarse con esta equivocada elección”.
La queja se tradujo este pasado jueves en la prohibición de navegación en las inmediaciones de su costa este, en lo que parece tratarse de un prolegómeno para realizar nuevas pruebas de misiles.
El Ejército surcoreano no ha detectado más “movimientos peculiares” de Corea del Norte, pero sí alertó de entrenamientos y otras maniobras cerca de las áreas fronterizas intercoreanas en respuesta al ejercicio.
“Estamos supervisando de cerca los movimientos militares de Corea del Norte”, ha indicado en este sentido una fuente militar a la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.
Europa Press
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