Epstein pagó 500.000 dólares a la supuesta víctima del príncipe Andrés para evitar demandas



El príncipe Andrés y Virginia Giuffre (en el centro), en 2001. Al fondo, Ghislaine Maxwell, la ‘madame’ de Epstein.Shutterstock

El juicio a los delitos del millonario pedófilo Jeffrey Epstein, quien se suicidó en su celda en 2019, sigue desvelando secretos. Este lunes se ha hecho público el acuerdo de confidencialidad que Epstein alcanzó con Virginia Giuffre en 2009, por el que le pagó 500.000 dólares (unos 442.000 euros al cambio actual) para que esta no demandara ni al millonario ni a nadie vinculado con él. Giuffre asegura que, a los 17 años, Epstein y su novia Ghislaine Maxwell —recientemente condenada por tráfico de menores— la obligaron a tener sexo con el príncipe Andrés de Inglaterra. Pese al acuerdo, la presunta víctima sigue adelante con su demanda contra el tercer hijo de Isabel II.

Giuffre presentó sus acusaciones contra el duque de York el 9 de agosto en un tribunal de Nueva York. “Exijo al príncipe Andrés que responda por lo que me hizo”, dijo entonces la supuesta víctima. “Los poderosos y los ricos no están exentos de que se les considere responsables de sus acciones”, añadió. La demandante, que ahora tiene 38 años, pide una indemnización de daños y perjuicios por abuso sexual.

El príncipe Andrés, de 61 años, sostiene que es inocente. Su defensa ha tratado de utilizar en los tribunales el acuerdo, en el que no figura el nombre del duque, para que el caso se desestime. Los letrados afirman que el pacto blinda también al hijo de Isabel II, ya que uno de los requisitos del pago era no tramitar nuevas acciones legales no solo contra el millonario fallecido, sino también con otras figuras con las que se lo asocia. El acuerdo estipula que se liberará “a cualquier otra persona o entidad que pudo haber sido incluida como acusado potencial”.

Andrew Brettler, el abogado del príncipe, asegura que el acuerdo exime al duque de York de cualquier responsabilidad porque el pacto cubría a miembros de la “realeza”. David Boies, el letrado de Giuffre, quien ahora reside en Australia, asegura, sin embargo, que esta protección se limita a quienes están vinculados al proceso de Epstein que se seguía en el Estado de Florida, y que, por tanto, el príncipe Andrés no puede utilizar el acuerdo.

El juez de distrito Lewis Kaplan será quien decida si el pacto alcanzado con Epstein protege al duque de York. La defensa del príncipe tendrá otra oportunidad de solicitar al juez que desestime el caso en una audiencia esta mañana. Brettler también afirma en sus argumentos que el tribunal de Manhattan no tiene jurisdicción en el caso, pues la demandante no reside Estados Unidos a pesar de que en su escrito afirmó que tenía un domicilio en el Estado de Colorado.

Kaplan ha dicho que, de seguir adelante y si no hay acuerdo entre las partes, el juicio comenzaría entre septiembre y diciembre de este año. La semana pasada, Maxwell fue declarada culpable de reclutar y preparar a varias menores de edad para tener sexo con Epstein o algunas de sus amistades entre 1994 y 2004. La acusación de Giuffre es independiente del proceso contra la entonces novia de Epstein, pero el fallo puede tener un impacto en este juicio.

El caso Epstein obligó al duque a abandonar sus fundaciones y muchas de sus actividades filantrópicas derivadas de las obligaciones de los Windsor. En una entrevista con la BBC a finales de 2019, donde intentó limpiar su nombre tras el suicidio en prisión de su amigo, quien esperaba su juicio, el miembro de la familia real sostuvo que estaba dispuesto a colaborar con la investigación. No lo ha hecho, hasta la fecha.

Giuffre, una de las casi 30 mujeres que han testificado, declaró ante el juez cómo el duque de York abusó de ella en tres ocasiones. La demanda sostiene que uno de los abusos del príncipe Andrés ocurrió en la casa de Londres de Maxwell, considerada la madame de Epstein. En otra ocasión, señala el documento judicial presentado en agosto pasado, abusó de ella en la mansión de Epstein en Nueva York. La tercera vez los abusos ocurrieron en una isla privada de Epstein en las Islas Vírgenes.

El financiero dirigió durante más de una década una trama pedófila con la que reclutó a docenas de niñas para explotarlas sexualmente. Entre sus amistades estaban los expresidentes Bill Clinton y Donald Trump, el poderoso abogado Alan Dershowitz y el duque de York, entre otros.


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