La semana pasada el Barakaldo dio a conocer de manera oficial que Iñaki Zurimendi dejaba de ser director deportivo después de cinco años en la entidad fabril. Dada la situación convulsa del fútbol en general a consecuencia del coronavirus y la particular de los de la Margen Izquierda con la economía muy tocada desde hace tiempo, han llegado los cambios, que han supuesto también la marcha de Hernán Pérez como entrenador. El interesado, el gestor vizcaíno, explica lo sucedido, cómo han acontecido unos acontecimientos que suponen un cambio sustancial en el club vizcaíno.
“Ha sido motivado por las circunstancias, por la incertidumbre que hay. Entendíamos que iba a haber ajustes, que iba a extenderse en el tiempo más de lo que me gusta. La directiva decía que había que esperar un poco más para hacer la hoja de ruta”, empieza argumentando Zurimendi, que asegura haber mantenido una buena sintonía con la entidad.
La influencia del coronavirus
De hecho, certifica que tiene “muy buen trato con ellos”, pero ha divisado algunas intenciones de su equipo de gobierno que no le hacían tener muy claro el panorama. “He visto que en la intención del club esa figura de la dirección deportiva igual no existe el año que viene o será de otra forma. Creíamos que era un buen momento de dar un paso a un lado”, remata.
He visto que en la intención del club esa figura de la dirección deportiva igual no existe el año que viene o será de otra forma
Lo que parece claro es que el tsunami sobrevenido por el coronavirus ha tenido que influir en una cierta medida. “No lo sé, las circunstancias han influido. Es la incertidumbre. Dentro de mi forma de trabajar es importante tener clara la hoja de ruta y para eso el tiempo es importante. Veía que era una situación que nos iba a llevar más tiempo. Nos ha influido un poco los planes. No sé si el covid-19 ha sido decisivo o no, pero las circunstancias que le rodean, sí”, precisa.
Y es que el presente curso ha estado marcado por un factor que ha supuesto más dificultades a la ya de por sí complicada existencia del Barakaldo. “El club tiene que estar en muchos frentes. El año pasado ya tuvimos menos tiempo de planificación, con esa mochila de arrancar tarde. Cuando renové en julio no había vizcaínos, eso ha influido mucho. No quería tener de nuevo las mismas dificultades”, admite.
Balance
Tomada la decisión de dejar el club, el balance de un quinquenio da para mucho, para hacer imperar lo positivo sobre los mazazos, porque ha habido motivos. Eso sí, el desgaste del último curso ha dejado su huella en Zurimendi.
“A
nivel de resultados creo que el balance ha sido muy bueno. Ha sido una pena no haber ascendido en las dos posibilidades que hemos tenido: después de la extraordinaria liga que hicimos no se dio la talla en el playoff en la primera ocasión. Luego pasamos por un momento convulso en el club. Nos rehicimos otra vez, hicimos una gran plantilla. Más adelante se jugó un playoff, que ya se vislumbraba el año anterior, y crecimos como equipo y como club. La pena fue el golaverage. La sensación es que pudimos pasar”, valora.
Gran desgaste
“Este año había demasiadas circunstancias. Vinieron las asambleas que no se sacan, las auditorias… Vi que íbamos a tener muchas dificultades, pero por agradecimiento al club había que apretar, saber hasta dónde podía llegarse sabiendo que iba a ser un año difícil, sin renunciar al playoff, pero viendo que no era el año. Encima, el proyecto arranca conmigo, pero muy tarde. El mercado local ya estaba copado”, remarca con serenidad.
Este año me ha dado muchas experiencias, pero me ha gastado mucho. Ha sido un trabajo en la sombra francamente duro, sobre todo este último año
Zurimendi concluye su repaso con un subrayado especial a lo acontecido en las últimas fechas. “Este año me ha dado muchas experiencias, pero me ha gastado mucho. Ha sido un trabajo en la sombra francamente duro, sobre todo este último año”, admite el ya exdirector deportivo del Barakaldo durante cinco años.
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