El Eibar está de celebración. Mañana se cumplen seis años desde que el conjunto de Ipurua lograra el histórico ascenso a Primera con jugadores como Jota
Peleteiro, Yuri, José
Luis
Morales, Raúl
Navas, Mikel
Arruabarrena o Txema
Añibarro, entre otros. El capitán de aquel legendario plantel era precisamente este último, que recuerda lo vivido en la ciudad armera.
Todo comenzó con el ascenso a Segunda el año anterior, recuperando el “sitio que se merecía el Eibar”, señala Añibarro, después de cuatro años en la categoría de bronce. Aquella campaña, la 12/13, fue larguísima y se culminó eliminando al Hospitalet en la última eliminatoria de la fase de ascenso.
El conjunto dirigido en aquel entonces por Gaizka Garitano se plantó en Segunda con el objetivo de salvar la categoría, pero el equipo supo aprovechar la fenomenal dinámica que arrastraba del curso anterior y, tras navegar por la zona media de la tabla en el primer tramo del campeonato, gracias a una espectacular segunda vuelta los eibartarras se metieron de lleno en la pelea por alcanzar la gloria. El 25 de mayo de 2014 el Alavés visitaba Ipurua (20.25 h.), un partido que había que ganar sí o sí en caso de querer celebrar el ascenso aquel día. El tema es que el Murcia, que jugaba a las seis, y Las Palmas, que lo hacía a las nueve, no debían ganar sus partidos.
Txema Añibarro recuerda que aquel día había mucho “nerviosismo. Nosotros dimos el primer paso ganando al Alavés con un gol de Jota y al finalizar el partido la afición se fue para casa, aunque no todos. Nosotros nos quedamos en el vestuario esperando con los teléfonos y la televisión que teníamos en el ‘txoko’” a que terminara el partido de los canarios, que terminaron cayendo 2-3 frente al Recreativo. “Fue una alegría el momento en el que se dio el resultado”, rememora el capitán. El Murcia había empatado antes ante el Zaragoza (1-1) y “aquello fue una fiesta, como los días posteriores. Recuerdo que saltamos al campo abrazándonos. La afición también volvió y se me ponen lo pelos de punta solo de pensarlo”, relata.
Soñado debut en Primera
Pero las alegrías del Eibar no finalizaron ahí. “Debutaba el novato en Primera y todos estaban un poco expectantes”, cuenta Añibarro. Por si fuera poco, el Eibar se estrenó en la máxima categoría “contra un gran equipo como la Real Sociedad. Recuerdo que fue muy ilusionante y un día de muchos nervios también para la afición”, comenta, pero el guion no pudo estar mejor escrito, porque los armeros ganaron 1-0 con un “golazo de Javi Lara y lo vivimos con mucha euforia”, recuerda.
Aquella temporada, la 14/15, Txema Añibarro también consiguió un récord personal al convertirse en el jugador más veterano en debutar en Primera División con 35 años y 174 días de edad. Ocurrió en a jornada 19 en un encuentro frente al Córdoba. “Es un título que tengo y luché toda mi vida por conseguirlo”, afirma.
Pero “a nivel de club lo que conseguimos también es algo grande”, defiende el bizkaitarra. ”Teníamos el presupuesto más bajo y éramos una cuadrilla de amigos, una familia”, aclara. Eso sí, “la Primera División te cambia algo también. Pasamos de viajar en autobús y pegarnos unas palizas de 12 horas a viajar en avión. Aquello le sirvió al club para dar un paso y crecer ya que todo era más exigente”, rememora.
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