En México, un país con 126 millones de habitantes, tan solo 27.6% de la población pertenece a la clase media, de acuerdo con información del Laboratorio de Equidad para América Latina y el Caribe del Banco de Mundial (BM).
Con un salario mínimo de 172.87 pesos diarios en el país, el BM definió tres clases socioeconómicas: “media”, “vulnerable” y “pobre”.
Así, una persona de clase media en América Latina y el Caribe tiene ingresos que oscilan entre los 13 y 70 dólares al día, lo que representa en México, al tipo de cambio de hoy viernes 6 de mayo (20.19 pesos), entre 262.47 y 1,413.28 pesos diarios, o alrededor de 7,874 hasta 42,398 pesos al mes.
Además, entre las principales consideraciones que el BM considera para ser parte de la clase media es tener acceso a servicios y bienes como: electricidad, agua potable, internet en casa, teléfono celular particular, sanitización y refrigerador.
El estudio del BM detalla que la clase media se desempeña mayormente en los sectores de servicios, seguido por la industria; generalmente son trabajadores asalariados e independientes.
No obstante, en el marco de la pandemia por Covid-19, distintas familias mexicanas dejaron de pertenecer a la clase media. En 2019, las personas de clase media en el país representaban 30.6% del total de la población y, para 2020, representaron el 27.6%, señala el BM.
“La pandemia de COVID-19 empujó el año pasado a 4.7 millones de personas de la clase media a la vulnerabilidad o la pobreza en América Latina y el Caribe, posiblemente revirtiendo décadas de avances sociales”, asegura el organismo.
Por su parte, el BM detalló que en 2020 la clase predominante fue el sector “vulnerable”, con el 43.6%. La “clase vulnerable” recibe un salario diario entre 5.5 y 13 dólares; alrededor de 110.75 y 1,413.28 pesos diarios, o entre 3,322 y 7,874 pesos mensuales.
Mientras que, las familias en situación de pobreza, reciben menos de 5.5 dólares por día, lo que representa un salario mensual menor a 3,322 pesos. La pobreza en México ha presentado un aumento “considerable”, señaló el BM, al pasar de 20.7% de hogares en 2019 a 24.8% en 2020.
“Las ayudas de emergencia mediante transferencias en efectivo que ayudaron a mitigar el impacto de la pandemia no serán sostenibles por mucho tiempo; así, la región debe avanzar con políticas que aseguren una recuperación firme y den lugar a un crecimiento más sostenible, resiliente e inclusivo que combata la pobreza y la desigualdad persistentes”, detalló el BM.
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