Es la bandera de la Real, el talento de la cantera, el alma txuri urdin. Mikel Oyarzabal (Eibar, 1997) es uno de los grandes artífices de que la escuadra guipuzcoana esté a las puertas la gloria. En su día prefirió jugar el derbi con los colores de su corazón y no sucumbir a bonificados encantos del rival. No elude preguntas y habla desde lo más hondo, quizá por eso le sale esa voz tan grave y adulta.
¿Qué ‘feeling’ tiene? ¿Más ilusión que tensión?
Hay muchas ganas de que llegue el día. Después de un año de espera, muchas ganas de jugarlo, de vivirlo y de que vaya de nuestro lado.
¿Tiene la sensación de que marcará la vida de mucha gente y sus propias carreras?
Nosotros no tuvimos la oportunidad de vivir lo que pasó en los ochenta y creo que es un momento que no se ha dado muchas veces en toda la historia. Pero el club está trabajando bien para que esto sea, más que la consecuencia al trabajo, el principio de una historia. Las cosas se están haciendo bien y no sólo para este día, sino para que se repitan más momentos como éste. La ilusión es terrible, yo espero que estemos acertados y lo celebremos por todo lo alto.
¿Están preparados para ser inmortales para la afición?
Todo el mundo lo quiere, de eso no se puede dudar. Estamos deseando ganar, estamos deseando levantar la Copa y la gente tiene muchísima ilusión tanto dentro como fuera del club por que ese día a la noche podamos decir que somos campeones. Es el sueño de todos los que estamos aquí. Ganar un título en la Real, donde te has formado tantos años, o para los de fuera, que se sienten como en casa en un club familiar como éste, es lo que estamos soñando. Ojalá se pueda cumplir. No tenemos la suerte de ganar títulos de forma continua, pero los que se ganan tienen un sabor diferente. Vamos a pelearlo a muerte.
¿Pero notan el peso de llevar a toda una provincia detrás?
Sí. Sabemos que para lo bueno y para lo malo representamos a muchísima gente y tenemos muchísima gente que nos apoya y nos anima, vaya bien o mal la cosa. No es un peso o una losa, porque defendemos este escudo cada semana y lo dejamos lo más alto que podemos. Está claro que es un día especial, una fecha marcada por todos en el calendario.
Y más en este tiempo, en el que hay tanta gente sufriendo…
Ser campeones sería un chute de moral y energía para mucha gente que lleva un año viviendo una situación límite y dramática. Nosotros no tenemos de qué quejarnos, hacemos lo que nos gusta, siendo muy bien recompensados y viviendo bien, pero hay gente que está con el agua al cuello por la situación que estamos padeciendo. Vamos a hacer todo lo posible por ser campeones y dar un chute a esa gente que está sufriendo tanto.
¿Visualiza ya la final?
No, no sirve de mucho visualizarlo en exceso. Sí hay que tenerla presente, porque es un día muy importante para el club, la afición y todo el mundo, pero no te sirve de nada enfocarte en exceso. Te va a crear una tensión excesiva. La tensión de la final ya se creará el mismo día.
¿Espera prórroga, penaltis?
Espero que no haya ni una cosa ni la otra y espero ganar. Cuando lo piensas y lo sueñas, no piensas en lo malo. Crees que todo va a ir bien, crees que el equipo va a tener su mejor día hasta ahora, va a ser competitivo y hacer su fútbol. Sueño de esa manera.
Y si hay un penalti en el 89’ con 0-0, ¿Oyarzabal va a tirarlo?
Lo tiraré y lo intentaré meter dentro, como si tiene que ser con el portero. Hacia fuera no muestro el nerviosismo que tengo en esas situaciones, pero si tengo la oportunidad, lo voy a lanzar en la final.
¿Ha pensado demasiado en alguno de los últimos penaltis?
Son diferentes. El primero es más mérito del portero y los demás son más fallo mío, de no darle al balón del todo bien. Son cosas que pueden pasar. El error forma parte del fútbol y de la vida. Es un aprendizaje. Me servirá para seguir creciendo.
Usted cree que esta final es un principio, pero al mismo tiempo, ¿no le parece un momento único?
Es un momento único. Pero aunque se pierda no nos podemos quedar anclados en esta final. Hay equipo y el club esta trabajando para que esto que estamos consiguiendo sea habitual. Queremos tener más momentos y citas históricas como ésta. Va a ser el momento más importante de nuestras carreras para todos, salvo dos o tres. Estás a 90 minutos de ganar un título con tu club, es una final, un derbi vasco. Habla muy bien de todo el trabajo de cantera que se hace en Euskadi. Hay que darle valor a ese trabajo en la sombra.
¿Uno es profesional para jugar este tipo de partidos?
Este tipo de partidos son los que más nos gusta jugar. Hay otros partidos que a priori no te entusiasman tanto, pero al salir al campo lo haces de la misma manera.
¿Usted se viene muy arriba en estos partidos o se achica?
Ni una cosa ni la otra. Son momentos, que hay vivir. Una sobreexcitación tampoco es buena. Y no podemos considerarlo como un partido más. Es un partido muy importante que marcará mucho.
¿Es natural que el aficionado tenga miedo de que tengáis miedo?
No vamos a tener miedo. Si perdemos, no va a ser por miedo. Será porque no tengamos nuestro día. No es real ni verdad eso de que no tenemos la suficiente veteranía para vivir un partido así. El partido no se gana por tener más vivencias o experiencias, sino por estar acertado.
¿Es más competitivo el Athletic como se dice?
No, no lo creo. Somos clubs diferentes, en los que se hacen las cosas de diferente manera y con un estilo de juego diferente. Será un partido disputado, un choque de estilos.
¿Por qué cree que va a ganar la Real?
Me suele gustar el por qué, pero en este caso excepcionalmente omitiría el por qué, me quedo con el qué, que es el ganar. Esperemos que sea porque hemos hecho un buen partido, porque hemos propuesto de verdad, porque hayamos estado acertados en la toma de decisiones y porque seamos superiores al rival.
¿Es optimista?
Estoy convencido de que las cosas pueden y van a salir bien, como todo el vestuario y todo el club.
¿Qué partido le interesa a la Real?
Nos interesa que el partido tenga ritmo, que no se esté parando y tener la pelota. Pero nos podemos adecuar a otro tipo de partido. Ya hemos obtenido resultados así también.
¿Listos para sufrir?
Sí. Sabemos que no van a ser 90 minutos de rosas. No saldrá todo perfecto. Habrá momentos de sufrir, juntarnos, meternos atrás para pelear todos juntos. No es lo que mejor se nos da para 90 minutos, pero en momentos puntuales lo podemos hacer sin problema.
¿Les gustaría que el rival fuese otro para eludir el plus de tensión?
A mí no me importa quién sea el rival. Que esté el Athletic enfrente hace que sea un derbi y un partido todavía más especial, pero es una final y no me importa quién esté enfrente.
La final no puede ser con público aunque se retrasó para que lo hubiera, ¿le hubiese gustado jugarla antes?
El fútbol es espectáculo, pero aquí lo más importante es la salud. Todo el mundo estaba peleando para que el que quisiese venir a ver el partido lo hiciese. No va a ser posible, pero hicimos lo que había que hacer, que era esperar. No ha sido posible, pero pelearemos por nuestra afición, aunque no esté allí.
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