La chilena Catalina García aseguró que luchar en México es más duro que hacerlo en la WWE estadounidense, considerada la mejor empresa de lucha libre del mundo, en la que se enfrentó a atletas de primer nivel.
“Es más difícil luchar en México que en la WWE porque cada vez que te subes al ring hay una exponente que tiene una calidad tremenda y lleva años como luchadora. En el wrestling, cualquiera puede subir y empezar a hacer lucha”, explicó a EFE.
Catalina hizo historia en 2019 al convertirse en la primera luchadora chilena en firmar un contrato con la WWE, la compañía más global de lucha libre en el mundo, valorada en 9.300 millones de dólares.
En la empresa estadounidense, la esteta de 22 años tuvo como una de sus máximas rivales a la actual campeona de RAW, Bianca Belair, quien antes de subirse a un cuadrilátero destacó como una deportista de atletismo universitario.
Jessy, como era conocida en Chile, ha retado en México a rivales como Marcela, una de las gladiadoras más importantes en la historia del país, con varias cabelleras ganadas, quien ha hecho giras por Japón y es una de las caras del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), empresa que instauró ese deporte en el país.
“En México los luchadores comienzan a los 10 años, algunos tienen una familia con dinastía. Tienen mucha experiencia, calidad y es difícil estar a su nivel. Ellos empezaron desde la cuna”, añadió la gladiadora.
Catalina García, nombre de pila de la sudamericana, salió de la WWE en 2021, después de una ola de despidos por la pandemia de la COVID-19.
En la empresa estadounidense, La Diva del Ring debutó en 2019, después de pasar por la escuela de formación y entre sus logros están el haber salido en un programa televisado de RAW, que junto con SmackDown, son las dos marcas principales de WWE.
“Me fui a vivir sola con 18 años a otro país. No sabía hablar inglés y tuve que pagar por primera vez las cuentas y viajar por el mundo. Maduré mucho en la WWE; esa empresa te da mucha televisión, entrevistas, cosas que las personas desean y yo aprendí a tomar buenas decisiones”, añadió García.
Después de abandonar la compañía, Catalina pensó en retirarse con sólo 21 años para terminar la licenciatura en quinesiología, sin embargo, su papá, uno de sus principales apoyos, le recordó que le firmó un contrato en el que se comprometió a ser la mejor luchadora chilena de la historia y le compró un boleto a México, una de las mayores escuelas de este deporte.
En México Jessy pasó primero por el circuito independiente y tras sobresalir, el CMLL la fichó y debutó el pasado marzo en la Arena México, conocida como la Catedral de la lucha libre mexicana.
Catalina es apenas la segunda sudamericana en combatir en el CMLL, en el que “El Santo” y “Blue Demon” construyeron su legado; la primera fue su compatriota Stephanie Vaquer, con la que integra una tercia internacional junt,o a la puertorriqueña “Zeuxis”.
En México, Catalina ya ha participado en uno de los grandes eventos del año, Homenaje a Dos Leyendas, y forma parte oficial del roster de las Amazonas, nombre de la división femenina.
Su intención es quedarse por varios años en el país para “pulir” su estilo y convertirse en la luchadora internacional del CMLL, puesto que dejó vacante la panameña Dalys.
“En Chile la lucha era un deporte para hombres y la gente te lo hacía saber porque cuando luchábamos no iba a verte. Ahora cuando Stephanie o yo vamos al país nos buscan, nos entrevistan. Que lográramos cosas hizo que compañeras se metieran a luchar y que más chilenos salgan del país”, concluyó.
(Con información de EFE)
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