“El asunto no tiene que ver con si nos vamos a contagiar o no, eso va a ocurrir a lo largo de una año. El punto es qué tan velozmente nos contagiamos”, explicó Alfredo Figueroa en la Mesa del miércoles.
“Ningún país del mundo está preparado para recibir una pandemia de esta naturaleza”, comentó el exconsejero del IFE, Alfredo Figueroa, al señalar que el brote de coronavirus en en el mundo ha evidenciado que ninguna nación tiene camas suficientes de hospitales, ni políticas públicas, ni materia económica, ni insumos para atacar una emergencia sanitaria de este tipo.
En la Mesa de Análisis del miércoles en Aristegui en Vivo, sostuvo que ha sido la sociedad la que se ha organizado en muchas partes del mundo para ir construyendo una solución que haga posible el camino a otro puerto.
Pese a esto, reconoció que en el caso de nuestro país, los últimos días también han dejado ver que las cifras de fallecidos muestran que el coronavirus no ha crecido en la proporción en la que lo ha hecho en otras partes.
“El secreto de esta historia, en la búsqueda de un camino de solución para este proyecto pasa esencialmente por hacer que la pandemia tenga una vida larga, que vaya presentándose de manera paulatina, pero no con grandes picos, no con grandes contagiados como lo hemos visto en España, Estados Unidos, Italia o China”, dijo.
“Buscar una lógica en la que la pandemia va creciendo lentamente, se vuelve por ello mucho más larga, pero al mismo tiempo el Sistema de Salud mexicano es capaz de resistir y por tanto hay mucho menos fallecidos por la pandemia. Este es al parecer el proyecto que hasta el momento ha venido funcionando, respecto de las medidas que se han tomado”, añadió.
Figueroa refirió que la fase 2 será muy desafiante porque nos advertirá si efectivamente el aislamiento social, llamada en México Sana Distancia, es capaz de contener en los grados que se ha venido conteniendo el propio virus.
“Si no lo hacemos, es probable que en diversas regiones del país encontremos un crecimiento diferenciado. Es decir, es probable que en la zonas más urbanizadas en donde hay más contacto social, en donde es muy difícil dejar de ir a trabajar, de movilizarse, tengamos un mayor crecimiento”, apuntó.
“Si hay somos capaces de controlar y detener esta curva de crecimiento, digamos sostenida, pero no con crecimientos exponenciales, creo que México en términos de salud tendrá buenas noticias”, acotó.
En tanto, para el exprocurador fiscal, Gabriel Reyes Orona, las decisiones no las están tomando los políticos, sino la gente en función de su muy particular condición para afrontar los costos de una pandemia.
“La gente decidió quedarse en sus casas y cerrar algunas fuentes de empleo como una decisión ciudadana. Esto sucedió una semana antes de que formalmente se declarara la fase 2, la cual comenzó hace más de una semana y esto ha venido sucediendo porque quienes pueden prevenir este riesgo quedándose en sus casas, lo decidieron hace mucho tiempo”, acotó.
Al mismo tiempo, manifestó que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha seguido el discurso de su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, para decir y tomar decisiones.
“Podemos ver con claridad cómo Donald Trump empezó en una fase de negación, paso a una fase enciclopédica, técnica expositiva para después tomar medidas de reclusión, que hoy por cierto, está dando marcha atrás”, señaló.
“Lo que es muy claro es que la posición de López Obrador se ha venido construyendo siguiendo el discurso y acciones de Trump. La situación en México no es la de Estados Unidos, las políticas públicas seguidas e implementadas allá, han sido seguidas con algún desfase por el gobierno de México”, añadió.
No obstante, refirió que en esto también hay una la diferencia, y es que en el vecino país del norte no se ha puesto al Ejército a cargo de nada, pues solo se ha desplegado a la Guardia Nacional en algunas ciudades.
Al respecto, Alfredo Figueroa difirió pues dijo que los números de fallecidos en México muestran que el comportamiento y las políticas implementadas aquí, son diferentes a las de Estados Unidos.
“El asunto no tiene que ver con si nos vamos a contagiar o no, eso va a ocurrir a lo largo de una año. El punto es qué tan velozmente nos contagiamos porque si lo hacemos a una gran velocidad como ha ocurrido en países tan desarrollados como Italia, España, Estados Unidos, lo que tendremos es un colapso de la salud en México para atender a la franja de personas, pequeña comparativamente con las personas que no van a tener grandes problemas con esto, pero una franja pequeña que puede llegar al medio millón de personas si esto se desarrollase de manera veloz”, acotó.
“Cualquier gobierno sería incapaz de resolverlo. Hoy España e Italia están con una cantidad de fallecidos en donde los propios médicos han tenido que tomar el dilema tremendo ética, moral y profesionalmente de tener que optar por poner un ventilador a una u otra persona. Eso significa la crisis de salud. Es decir, no tenemos condiciones, ningún país las tiene para llegar a ese grado”, abundó.
Finalmente, Figueroa externó que aunque en realidad no se sabe cuántos contagiados hay en México porque no se han hecho el número de pruebas que por ejemplo se han hecho en Corea del Sur, en donde tuvieron 250 mil; apuntó que el modelo mexicano está buscando un mecanismo en donde sin hacer los test, solo con pruebas de muestreo, se pueda establecer cuándo es el momento para recluirse, para cerrar y para cuidar la salud.