¿Es peligroso aspirar helio? Todo lo que te puede pasar

El helio es uno de los elementos más utilizados para los científicos. Se utiliza para múltiples tareas como por ejemplo, en medicina, realizar resonancias magnéticas, además de ser fundamental para el mantenimiento de naves espaciales, monitores de radiación o telescopios.

Pero el helio también tiene un componente divertido para el ser humano. No nos vamos a engañar y debemos admitir que la mayoría de personas hemos llegado a inhalar alguna vez. Si lo hacemos de esta manera, casual, y muy de vez en cuando, el elemento no es peligroso. El problema llega cuando se convierte en costumbre e inhalamos helio a menudo. 

Elemento común

El helio es un elemento más ligero que el propio oxígeno. Se trata del segundo elemento más común que podemos encontrar en nuestro planeta, e incluso, nuestro propio cuerpo, contiene pequeñas dosis de helio repartidas por el organismo.

Al ser menos pesado que el oxígeno, uno de los usos más comunes del elemento es para que los globos vuelen. Desde hace tiempo, el helio también se ha convertido en un acto de diversión al inhalarse por personas ya que consigue que nuestra voz cambie dejándonos un tono divertido.

Si esto no lo hacemos a menudo, no existe ningún problema, ya que el helio no es tóxico para el ser humano. El problema llega cuando esto se convierte en una costumbre. Aquí nuestro cuerpo sí podría tener ciertos problemas a la larga.

En grandes cantidades

Como decimos, si inhalamos grandes cantidades de helio es cuando podemos tener problemas de salud. Una inhalación grande puede provocar asfixia, el elemento entra en nuestra sangre y la sustituiría  por lo que llegaría un momento que nuestro cuerpo colapsaría por asfixia.

Igualmente, otro de los efectos mortales que puede tener la inhalación del elemento es que nuestra laringe se contraiga, debido a las vibraciones que produce a la hora de inhalar helio.

Se han documentado casos en el mundo de muerte por inhalación aunque son casos muy escasos y con altas cantidades.

Aunque la muerte suele ser extraño, el inhalar helio en grandes cantidades puede provocar mareos, desmayos o desvanecimientos, provocado por la falta de oxígeno en nuestro cuerpo.

En casos muy extremos de inhalación, nuestro cuerpo puede sufrir una hemorragia pulmonar, común si la inhalación se produce directamente desde la boquilla del tanque de alta presión. Por eso, lo recomendable es tragar helio desde fuera de la boquilla de presión, ya que así no tendrá tanta fuerza como para entrar en grandes cantidades a nuestro organismo.


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