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Escarola salteada con ajo, pimentón y vinagre


Dentro de la familia de repostería hecha en moldes individuales y en forma de maceta, los muffins son mis preferidos. Tienen la esponjosidad de la magdalena y son igual de jugosos que un cupcake, pero sin todo el dulzor añadido de los segundos; por no hablar de las cosas supuestamente estéticas que les hacen, que en realidad cuando se comen resultan bastante desagradables.

Pero, ¿por qué llamar muffins a lo que siempre han sido magdalenas? La diferencia está en las proporciones de los ingredientes de la masa, que aportan esa jugosidad extra. Aunque como buen producto popular, no existe una concreta: las posibilidades de variar son enormes, y aprovechando las diferentes temporadas pueden entran en ellos todo tipo de frutas, vegetales o coberturas. Ahora es momento de calabazas, por eso la propuesta son estos esponjosísimos muffins bien especiados, rematados por un crumble crujiente y delicioso.

Estos bocados son semidulces, muy típicos de la cultura anglosajona, y recordando los clásicos pasteles de zanahoria o calabaza les hemos incorporado jengibre, pimienta negra, canela y curry, que aportan un punto extra de alegría. Además, apostaremos por el aceite de oliva virgen extra en sustitución de la mantequilla. Aguantarán tres días perfectamente, una vez horneados, si los conserváis bajo una tapa de plástico con algún agujerito. También podéis optar por congelar: luego, con un toque mínimo de microondas, los tendréis como recién hechos. Como consejo final, la calabaza -esa cucurbitácea que vale tanto para unas lentejas como para una tarta-, queda excepcional si la asamos en el horno media hora a 180ª para sacarle todo el partido a sus azúcares naturales (mucho mejor que utilizar purés enlatados).

Dificultad

Nivel, encender el horno.

Ingredientes

Para 20 muffins

  • ½ calabaza violín (340 g aprox).
  • 4 huevos
  • 280 g de azúcar
  • 210 g de AOVE
  • 330 g de harina
  • Una pizca de curry
  • Una pizca de jengibre en polvo
  • Una pizca de sal
  • Una pizca de pimienta negra
  • Una pizca de canela
  • 2 cucharaditas de levadura química de repostería (tipo Royal)
  • 1 cucharadita de bicarbonato

Para el crumble

  • 4 cucharadas de mantequilla
  • 100 g de azúcar moreno
  • Harina a ojo, hasta conseguir una arenilla

Preparación

  1. Asar la calabaza 30 minutos a 180º, con la carne hacia arriba.
  2. Una vez ligeramente fría quitar las pepitas y pelar. Machacar someramente con un tenedor.
  3. Batir los huevos hasta que espumen ligeramente. Añadir la calabaza, el azúcar y el aceite de oliva y batir bien.
  4. Añadir, mezclados aparte, la harina, el curry, la canela, el jengibre, la pimienta negra, la sal, la levadura y el bicarbonato. Mezclar todo lo justo para que la harina se disuelva bien y no queden grumos. Rellenar los moldes de papel, insertados dentro de algún molde más rígido para evitar que se abran.
  5. Para el crumble, mezclar la mantequilla derretida con 100 g de azúcar moreno y añadir poco a poco la cantidad de harina justa para conseguir una textura rugosa. Rematar los muffins con un poco del crumble.
  6. Hornear, con el horno precalentado, 20 minutos a 190º. Pinchar con un cuchillo y si sale limpio, están listos. Dejar enfriar sobre una rejilla y servir o guardar.

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